La alarma sube en Fukushima

tokio / europa press

SOCIEDAD

La radiactividad alrededor de los tanques de agua contaminada se duplica en solo dos días y la autoridad nuclear lo califica de «grave incidente»

15 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La radiactividad se dispara en Fukushima. La Compañía Eléctrica de Tokio (Tepco) detectó el pasado jueves un pico de hasta 130.000 becquerelios de tritio en unos de los pozos excavados alrededor de uno de los tanques de agua contaminada, frente a los 64.000 registrados en el mismo lugar dos días antes.

En los últimos diez días, Tepco ha medido niveles de radiactividad de entre 1.800 y 3.200 becquerelios por hora -que podrían acabar con la vida de una persona- en torno a los tanques del reactor cuatro.

La compañía eléctrica cree que el aumento se debe a las grandes cantidades de agua contaminada que se han filtrado al subsuelo en los últimos meses y ha empezado a investigar las tuberías que conectan los tanques con los reactores nucleares. El deterioro de la resina que cubre las juntas de los tanques, construidos para almacenar el agua contaminada que se usó en el enfriamiento de Fukushima-1, podría ser la causa de estos picos de radiactividad.

La Autoridad Reguladora de la Energía Nuclear (NRA) de Japón ha decidido elevar del uno -que indica una «anomalía»- al tres -que indica un «grave incidente»- el nivel de alerta por las fugas de agua radiactiva desde Fukushima-1.

El pasado 8 de agosto, el Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Japón reveló que diariamente se vierten al subsuelo 1.000 toneladas de agua desde la central nuclear, de las cuales unas 300 contienen sustancias altamente radiactivas que llegan al Pacífico.

Tepco no detectó antes las fugas de agua radiactiva porque los tanques no tienen contadores y el único medio de control eran patrullas rutinarias, por lo que hasta que no se formaron charcos superficiales no saltaron las alarmas.

El primer ministro de Japon, Shinzo Abe, anunció que en octubre pondrá en marcha un plan valorado en 21.000 millones de yenes (160 millones de euros), que saldrán de los fondos reservados, que recupera la vieja idea de congelar el suelo alrededor de los cuatro reactores dañados de Fukushima-1.

Las pruebas de viabilidad comenzarán en el reactor cuatro, en cuyo subsuelo se construirá un entramado de tuberías a las que se inyectará cloruro de calcio a menos 40 grados celsius para congelarlas, encerrando una superficie subterránea de diez metros cuadrados. El proyecto estaría completado hacia el año 2015.