Intercambiaron un sonoro beso momentos antes de asistir a la misa de Navidad
26 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.Una imagen vale más que mil palabras. Eso es lo que creen los británicos de la relación de simpatía mutua que mantienen la reina Isabel II y Catalina, mujer de su nieto Guillermo. Prueba de ello fue el sonoro beso que se dieron ambas momentos antes de asistir ayer a la misa de Navidad en la iglesia de Santa María Magdalena.
Los duques de Cambridge, que dejaron a su hijo al cuidado de una niñera, acudieron a los tradicionales oficios navideños de la mañana junto al resto de la familia real. Y a la entrada del templo Catalina y la reina no tuvieron reparos en demostrar a los curiosos que allí se apostaban que tienen mucho feeling.
De hecho, muchos británicos creen que la duquesa es el ojito derecho de la monarca. La joven Catalina es la segunda ocasión en la que pasa unas fiestas navideñas en el palacio de Sandringham, ya que fue invitada en el 2011, todavía soltera.