Descubrimos a «El Solitario» en su búnker gallego

SOCIEDAD

El «hombre más anárquico e influyente del mundo» en el diseño de motos, tal y como lo ha definido la prestigiosa revista «Riders», tiene su taller en Galicia. David Borrás, «El Solitario», se quita el casco para Extra Voz

12 ene 2014 . Actualizado a las 13:15 h.

Ha conseguido convertirse en una referencia mundial en la customización de motos desde un taller secreto en las Rías Baixas. Por menos de 15.000 euros no acepta un encargo, lo que da idea de la exclusividad y autoexigencia de su trabajo. Pero antes tuvo que customizar su propia vida: el gallego David Borrás aparcó la que disfrutaba como ejecutivo de distintas empresas en diversos lugares del mundo para volver a Galicia, en compañía de su familia, y emprender hace tres años un proyecto a medio camino entre lo personal y lo profesional en el que ahora comienza a cabalgar hacia la autopista del éxito. El Solitario es el sello retrofuturista que llevan todos los productos que Borrás y su mujer, Valeria, diseñadora que ha trabajado para Nike, venden desde el escaparate global de Internet, aunque advierta David que, pese al apoyo de la Red, «no es lo mismo dedicarse a esto si vives en Gondomar que si estás en Londres». A cambio, en el sur de Galicia se ha encontrado con profesionales del metal (caldereros, herreros, cerrajeros) «con una formación tradicional e integral», lo mismo que la industria textil de la cercana Portugal y de A Coruña. Porque El Solitario diseña, fabrica y vende también ropa para moteros de vanguardia, así como otros complementos. «En realidad, la customización de motocicletas solo es una parte del negocio, y no la más rentable, prácticamente es una ruina», apunta David Borrás con una carcajada antes de explicar que en estos tres años solo han trabajado en once máquinas («las primeras muy inmaduras», asegura) y que a pesar de ello han comenzado a bajar el ritmo de producción «porque necesito darme más tiempo para hacer lo que yo quiero en ellas, sin que las prisas sean un problema. Es mi producto, no quiero dejar de hacer cosas que puedan influir negativamente en mi imagen: aquí el cliente tiene muy poco que decir, más allá de qué uso va a darle a la moto y en que país va a usarla, por las diferentes legislaciones para rodar en carretera». David, un licenciado en Derecho en Estados Unidos que ha vivido cinco años en Miami, aprovecha para criticar las normas «tan restrictivas que hay en España» en torno a la modificación de motos y, en general, para censurar el, en su opinión, «excesivo intervencionismo del Estado». De hecho, la mitad de sus compradores son extranjeros, algo que también se explica por la exclusividad de sus artículos, para cuya comercialización es necesario un mercado mundial que garantice una demanda mínima, y por una estrategia publicitaria, conocida como pullmarketing, que mueve sutilmente a través de la Red los finos hilos que convierten a El Solitario en un sello ambicionado. Un blog de referencia en el mundo de las dos ruedas más elitista y una página web con una puesta en escena espectacular que ha conseguido la atención que él buscaba. Curiosamente (o no tanto) la misma estrategia que su madre sigue con la bodega de vinos que comercializa la etiqueta A Pita Cega, en O Ribeiro, con el sello de Agricultura Ecolóxica de Galicia. «Ambos hicimos casi al mismo tiempo nuestros proyectos: ahora a ella acaban de darle 92 puntos Parker y a mí me están empezando a sacar en portada de las grandes revistas. Estamos pelados, pero al menos ya se nos reconoce», bromea David antes de ir más allá en la filosofía de su trabajo, que él define como la punta de lanza a nivel internacional: «Yo siempre son el que va por delante, el que arriesga, hay cuarenta o cincuenta personas en todo el mundo que se dedican a esto a este nivel, pero trabajan en una línea más comercial». Un ejemplo de lo que cuenta: ha decidido no pintar sus motos: «¡Que se vean sus venas y sus arterias!», exclama.