¿Tú también tiras el suero del yogur?

Alba Precedo

SOCIEDAD

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Unos se deshacen de él sin pensarlo, otros lo beben

06 dic 2014 . Actualizado a las 11:53 h.

«Hay dos clases de personas: las que tiran el agua del yogur y las que no», así de clara se muestra la «Enfermera Saturada» en su libro La vida es suero. Razón no le sobra y solo hace falta lanzar esta afirmación al aire para abrir un debate. Y, ahora, es probable que los que están leyendo esto se dividan entre los que tienen claro que ellos se deshacen de este líquido «no vaya a ser», aquellos que saben que ellos o se lo beben o lo revuelven bien porque «para algo se pone ahí», y los que se tiran un rato pensando en que el yogur que cenó anoche no tiene agua, que también puede ser. Ya que es habitual que no exista en los naturales o en los envasados en botes de cristal. Pero ¿por qué lo hacemos?

Misterios de la raza humana, lo cierto es que esta duda no es algo que nos ronde la cabeza a diario. Solo hace falta hacer una búsqueda en Google para descubrir que este tema no es trending topic. En realidad, lo único que encontramos son resultados en Yahoo Answers -esa especie de foro en la que la gente suelta sus más locas preguntas y la gente le responde siguiendo la misma base, es decir, ninguna-, por tanto, no nos valen ni para empezar. Lo único claro es que esta división de personas según el destino que corre el suero del yogur responde más a un tic o a una manía que se ha ido heredando de padres a hijos que a otra cosa.

Sin embargo, la segmentación está ahí. Existe, y la única forma de ponerle punto y final es preguntar a quienes saben qué es este suero. «Fundamentalmente, es agua y sales minerales», explica la pediatra especialista en nutrición Rosaura Leis. Rico en calcio y fósforo, «está formado por las proteínas del suero de la leche», asegura la nutricionista María Prada.

Entonces, ¿se puede ingerir? «No pasa nada por tomarlo, pero tampoco por tirarlo», afirma Rosaura Leis. Y, así, de golpe y porrazo se eliminan años y años de mito que nos impulsaba a repudiar el agua del yogur por considerarla dañina o a mirar mal a quienes se la bebían antes de ingerir el resto del producto. «Esto no quiere decir que nos alimentemos solo de este suero, pero es necesario conocer que este líquido no es malo ni se forma por un incorrecto procedimiento de elaboración industrial», insiste María Prada.

Terapéuticos

Aunque aún habrá gente que se niegue a ingerir su agua porque les da grima, lo cierto es que hay que reconocerle al yogur su papel predominante en nuestra dieta ya que se ha hecho imprescindible. Entre modelos y nuevos beneficios, ir al súper a por uno de estos lácteos es cómo ir a la farmacia: es la fiebre de los «yogures terapéuticos» para el colesterol, para ir al baño, para tener energía... Pensémoslo un minuto y visualicemos todos esos anuncios que inundan la publicidad. Hoy por hoy, existe casi un tipo de estos lácteos por persona. Habrá que preguntarle a la ?Enfermera Saturada? si dentro de poco podremos clasificar a la gente según el yogur que ingieren. Por lo que hacen con su suero ya lo hemos arreglado.