La película «Infierno en el Pacífico», mañana con La Voz

Miguel Anxo Fernández

SOCIEDAD

El deuvedé puede conseguirse con el periódico por el precio de 1 euro

16 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Con el paso de los años, el duelo interpretativo que se marcan el actor norteamericano Lee Marvin y el japonés Toshiro Mifune es de antología. Y con ellos como actores únicos, Infierno en el Pacífico marco época al tratarse no tanto de un filme bélico como también de un excelente retrato de dos personajes en situación límite y de una profunda reflexión en torno a la incomunicación. Ambientada durante la Guerra del Pacífico, después de un combate naval entre tropas de ambos bandos, dos soldados acaban sobreviviendo en una isla solitaria, aunque el odio sigue instalado en ellos, alimentando un único sentimiento: acabar con el otro. La película no tuvo una gestación fácil. Después de pasearse por varios estudios, el proyecto revitalizó desde el momento en que Marvin se interesó por el guion, que lo pasó al británico John Boorman (Excalibur), con quien acababa de rodar el thriller A quemarropa.

Por aquel entonces, Toshiro Mifune, actor que había trabajado en varias ocasiones con Akira Kurosawa (entre ellas, en Los siete samuráis), intentaba la aventura de Hollywood y se mostraba dispuesto al personaje. Ya durante el rodaje, en el archipiélago Palau, en la Micronesia, mientras la amistad de Marvin y Mifune se consolidaba fuera del rodaje a base de whisky y sake, respectivamente, a Boorman le costó convencer al actor japonés, empeñado en que el honor de un soldado del Sol Naciente no se reflejara frívolamente. Los problemas para el director británico continuaron durante la fase de montaje. El productor, Henry G. Saperstein, descartó el desenlace elegido por Boorman, que insistía en la incomunicación (ambos protagonistas ignoran el idioma del otro) introduciendo otro alternativo, más facilón. Con el paso de los años, ese final alternativo pudo ser devuelto a la versión original.

Infierno en el Pacífico podrá ser adquirida al precio de 1 euro con el ejemplar de La Voz de Galicia de mañana sábado.