El espectáculo del Apóstol menos convencional se apoyó en todas las fachadas del Obradoiro
25 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Se apagan las luces el Obradoiro, que queda en penumbra. Un cronómetro marca la cuenta atrás para dar comienzo al espectáculo menos convencional de los fuegos del Apóstol, en el que la luz y la pólvora envolvieron al público asistente. Así lo exigía el guion. La fachada de la catedral de Santiago, momificada entre andamios, compartió por primera vez en su historia protagonismo con las de los otros tres edificios de la plaza. Y con un personaje, san Paio, el Eremita.
Fue el descubridor de la tumba del Apóstol, encarnado por un zancudo, quien abrió el espectáculo atravesando la plaza para llegar hasta la basílica. Acto seguido, se ilumina uno de sus ventanales centrales, sobre el aparece el sepulcro del santo que dio pie a la construcción de la ciudad.
Las miradas se dirigen entonces a la fachada del pazo de Raxoi, justo enfrente, que acaparó el peso principal del relato en 3D. Sobre el edificio administrativo, en el que habitualmente se situaban las autoridades y vips, se recreó la vía jacobea por excelencia, el Camino Francés, desde Saint Jean hasta Santiago, destacando las distintas etapas y enclaves patrimoniales que forman la ruta hasta llegar a la meta. Compostela, que tuvo su propio homenaje, exhibió sus construcciones más emblemáticas para conmemorar el 30.º aniversario de la declaración de la ciudad como patrimonio de la humanidad.
De las piedras de Raxoi brotaron flora y fauna, imágenes icónicas del Camino e incluso fuego. Sobre el edificio ardieron virtualmente la fachada gótica y la mudéjar. Un sinfín de juegos de luz.
La magia de la tecnología se puso al servicio de la tradición mientras cinco mil artefactos pirotécnicos explotaban sobre el cielo compostelano. La cascada de colores fue retratada desde la plaza por una constelación de pequeñas luces. Eran los móviles de los cerca de 2.500 espectadores arremolinados en el Obradoiro, en donde la intervención en directo de gaiteiros y otros músicos elevó la traca final.