José María Suárez: «Las franquicias enterraron el debate de una salud bucodental pública»

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

XOÁN A. SOLER

Los odontólogos exigen de la Administración que se regule la titularidad de las clínicas de salud

18 feb 2016 . Actualizado a las 10:04 h.

Lo de Vitaldent lo veían venir los odontólogos: «Hace diez años, Colman se estableció en Nueva York y de un día para otro desapareció, cerró las clínicas». Lo dice José María Suárez Quintanilla, odontólogo y presidente del colegio profesional en la provincia de A Coruña, y para quien el sistema empresarial de franquicias no debe meterse en la salud o, al menos, si lo hace, que sea con todas las garantías.

-Están en contra de que «cualquiera» pueda abrir una clínica dental. Pero, ¿y la libre competencia?

-Es que ni Colman ni muchos franquiciados saben nada de esta profesión desde el punto de vista clínico. La salud es una cosa muy seria y el Estado debería velar por la seguridad de los consumidores, en este caso pacientes. No es una empresa, es una consulta médica.

-¿Por qué cree que el Gobierno no interviene? Tal vez se deba a que Bruselas no permite limitar la competencia.

-No han querido regular la situación porque es más cómodo delegar en la empresa privada algo tan importante como la salud bucodental de la población. Solo hay que fijarse en que desde que han salido este tipo de clínicas, que se ofrecen de forma engañosa como muy baratas, porque al final no lo son tanto, pues desde que aparecieron hace unos diez años ha desaparecido del debate social la necesidad de un servicio bucodental público. Las franquicias lo han enterrado.

-Dice que no son tan baratas como se publicitan...

-En cada oferta hay un asterisco y al final ves que la intervención te saldrá más o menos por el mismo precio que un dentista tradicional. Denunciamos esto y Competencia nos multó.

-Este tipo de franquicias dan muchas facilidades de pago.

-Eso es relativo, porque cuando firmas la fragmentación del pago lo que haces es que contratas un préstamo con una financiera, a veces con intereses, en fin... La clínica recibe en ese momento todo el dinero y el paciente tiene que pagarlo en tres o cuatro años. ¿Y si cierra la clínica antes de que se termine?

-¿Les consta en el Colegio que este tipo de empresas generan más problemas que las clínicas tradicionales?

-Hay un dato objetivo: el 80 % de las denuncias de los consumidores que llegan al colegio son por franquicias multidentales.

-¿Qué cree que va a pasar en el futuro?

-Por el momento siguen abiertas y supongo que muchas clínicas franquiciadas acabarán separándose, porque lo que está «contaminado» es el nombre, no el funcionamiento de la clínica en sí. Y en ellas trabajan hasta dos mil profesionales, que tienen que mantener su puesto de trabajo. Pero por supuesto, lo primero que nos preocupa son los pacientes, especialmente la gente que ya ha pagado su tratamiento y aún no lo ha terminado. Si al final quedan casos pendientes, sin duda será un fracaso para toda la profesión.