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El actor, alejado de escándalos, lleva una vida familiar
09 jul 2016 . Actualizado a las 09:14 h.Ha sido un niño grande, un enfermo terminal, un náufrago, un capitán, un astronauta, un espía forzoso y hasta un asesino, pero además de una buena interpretación, Tom Hanks ha puesto en cada uno de esos papeles un grado de bondad que le ha coronado a sus 60 años como la cara amable de Hollywood. Con dos Óscar de cinco nominaciones y una imagen pública impecable, Hanks se ha ido convirtiendo con el paso de los años en el actor sólido al que confiar cualquier papel, aunque siempre dentro de un estilo clásico y elegante.
Considerado por muchos el heredero de James Stewart y calificado como «el mejor actor del mundo» por Robert Zemeckis, que le dirigió en Forrest Gump (1994) y Náufrago (2000), si algo caracteriza a este californiano es el representar a la perfección al «hombre de la calle» en el cine estadounidense, como señaló el Instituto Americano del Cine al darle un premio a su carrera.
Nacido el 9 de julio de 1956 en Concord (California), Hanks fue un niño y adolescente tímido pero con una gran vertiente cómica que volcó en la interpretación.
Su primer papel fue en una película de terror, Sabe que estás sola (1980), sin dejar de lado el teatro y apariciones en diversas series de televisión. Ahí fue donde empezó a explotar una vis cómica y una personalidad entre torpe y tierna que fue lo que le hizo destacar en sus primeros títulos en el cine, como Un, dos, tres, splash (1984), Despedida de soltero (1984) o Esta casa es una ruina (1986). Pero su primer gran éxito llegó de la mano de Josh un niño que se transformaba en adulto de la noche a la mañana por medio de la intervención de un busto de mago de feria en Big. Hanks demostró con ese papel que era capaz de mucho más que de interpretar papeles cómicos en películas menores.
Tras ese gran éxito encadenó una serie de películas fallidas, pero con Algo para recordar (1993), junto a Meg Ryan, volvió al cine amable y romántico que le funcionaba bien, pero no quería limitarse a esos papeles, como demostró con Philadelphia (1993), en la que es para muchos la mejor interpretación de su carrera y por la que se llevó un Óscar que estaba cantado. Y cuando parecía que había tocado techo, tan solo un año después le llegó uno de esos papeles que marcan una carrera. Volvió a hacerse con la estatuilla por Forrest Gump, su película más conocida, en la que da vida a un hombre que sufre un leve retraso mental y motor, que no le impide realizar más logros que la mayoría mientras es testigo de la realidad estadounidense.
Hanks es uno de los actores más respetados y uno de los más rentables de Hollywood, a lo que se une una perfecta imagen pública por su amabilidad y por la ausencia total de escándalos. Padre de cuatro hijos y casado en segundas nupcias con la actriz Rita Wilson desde 1988, Tom Hanks es lo más parecido a una estrella del cine clásico.