Para la entidad ordense esta adoptante es, simplemente, el hada madrina que se quedó prendada de Chocolate y cuya acogida permitió que una cachorrita que también vivía en el refugio de Ordes iniciase una nueva vida en Madrid, ya que Salomé Regos y su hermana Lucía llevaron personalmente al perro y a su acompañante a sus nuevos hogares, porque por sus respectivas edades necesitaban un cuidado extra en su traslado.
«Cuando conseguimos una adopción de este tipo siempre buscamos colaboración, o vamos nosotros a llevar a estos animales, porque nunca viajan como un paquete», resalta Salomé. Lo llevaron directamente al domicilio de Eugenia Martínez el pasado miércoles y comprobaron que «es una mujer encantadora que nos trató como si la conociésemos de toda la vida». La presidenta del colectivo ordense insiste en que si bien «no se conoce a una duquesa todos los días», la de Montoro es una adoptante más, aunque en este caso hay una salvedad añadida. Martínez de Irujo hizo una donación «generosa» a la entidad y estuvo muy preocupada por Chocolate, que antes de su viaje a Madrid estuvo muy enfermo, por lo que necesitó los cuidados de María, otra hada madrina que para Chocolate también fue su duquesa.