Chocolate, el perro rescatado de la protectora de Ordes que enamoró a Eugenia Martínez de Irujo
SOCIEDAD
La duquesa de Montoro hizo una generosa donación al colectivo que gestionó su adopción
15 oct 2021 . Actualizado a las 22:18 h.Chocolate tiene unos diez años y ya no le quedan muchos dientes. Pero su suave contoneo al caminar difundido en un vídeo en redes sociales para promover su adopción no pasó desapercibido.
Y así fue como la Asociación de Amigos da Canceira de Ordes, que colabora con el Ayuntamiento de este municipio coruñés para buscar un hogar a los animales del refugio, recibió una llamada de Madrid interesándose por los trámites necesarios para formalizar su adopción y traslado.
La persona preocupada por Chocolate se presentó como Eugenia. Y Salomé Regos, presidenta de la asociación ordense, no supo sus apellidos hasta que la candidata a quedarse con los mimos de este mestizo abandonado le envió su DNI. «Entonces flipamos», reconoce abiertamente, porque en ese momento fueron conscientes de que la persona que quería darle muy buena vida a su abuelo canino era Eugenia Martínez de Irujo, duquesa de Montoro, hija de la duquesa de Alba y personaje habitual de las revistas del corazón, aunque para los colectivos animalistas también es un mujer especialmente sensibilizada contra el maltrato animal y que tiene un buen número de ellos, burro incluido.
Para la entidad ordense esta adoptante es, simplemente, el hada madrina que se quedó prendada de Chocolate y cuya acogida permitió que una cachorrita que también vivía en el refugio de Ordes iniciase una nueva vida en Madrid, ya que Salomé Regos y su hermana Lucía llevaron personalmente al perro y a su acompañante a sus nuevos hogares, porque por sus respectivas edades necesitaban un cuidado extra en su traslado.
«Cuando conseguimos una adopción de este tipo siempre buscamos colaboración, o vamos nosotros a llevar a estos animales, porque nunca viajan como un paquete», resalta Salomé. Lo llevaron directamente al domicilio de Eugenia Martínez el pasado miércoles y comprobaron que «es una mujer encantadora que nos trató como si la conociésemos de toda la vida». La presidenta del colectivo ordense insiste en que si bien «no se conoce a una duquesa todos los días», la de Montoro es una adoptante más, aunque en este caso hay una salvedad añadida. Martínez de Irujo hizo una donación «generosa» a la entidad y estuvo muy preocupada por Chocolate, que antes de su viaje a Madrid estuvo muy enfermo, por lo que necesitó los cuidados de María, otra hada madrina que para Chocolate también fue su duquesa.