Cabo Ortegal, el testigo de la rotura de Pangea

SOCIEDAD

MANUEL MARRAS

Galicia es una parte de un puzle ahora fragmentado. La otra pieza, para que encaje, habría que ir a buscarla a Terranova

23 abr 2018 . Actualizado a las 12:05 h.

La futura partición de África, un proceso iniciado hace 30 millones de años con el adelgazamiento de la litosfera que ha dado lugar a los rifts, no es, ni mucho menos, algo excepcional. Es lo normal, la simple manifestación de un planeta afortunadamente vivo, aunque resulte paradójico asegurarlo así. «Pangea, el supercontinente, se rompió por un sistema de rifts muy parecido al africano, aunque con una fractura gigantesca, muchísimo más grande», explica el catedrático de Geología Ricardo Arenas Martín. Una prueba de lo sucedido hace unos 200 millones de años es la costa de Cabo Ortegal, un auténtico tesoro geológico. «Es uno de estos bordes de fractura que a medida que se fueron separando produjo la formación del Océano Atlántico en el medio», apunta el catedrático emérito Juan Carlos Vidal Romaní. Galicia es una parte de un puzle ahora fragmentado. La otra pieza, para que encaje, habría que ir a buscarla a Terranova.

Rotura múltiple

«Pangea -señala Arenas- se rompió por un montón de sitios, y en algunos de ellos el proceso fue mucho más activo que en otros, como ocurrió en la costa cantábrica y portuguesa».

En un contexto más amplio, Gabriel Gutiérrez Alonso explica lo ocurrido en el pasado. «La geometría de la costa de Galicia -señala-, tanto la cantábrica como la atlántica, responden a los procesos que dieron lugar a la apertura del Golfo de Vizcaya y del Océano Atlántico a partir de grandes fracturas originadas de manera similar a lo que ahora es el rift de África oriental».

Lo que está ocurriendo en el continente africano lo describe de forma gráfica la también geóloga Lucía Pérez. «Por hacer una analogía, es como si abriésemos África con una cremallera que comienza en el noreste y baja hacia el suroeste en diagonal».