«Quería ser madre a los 62 y lo logré engañando con la edad al ginecólogo»

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Carlos Castro

La médica lucense Lina Álvarez celebra el segundo cumpleaños de su hija y dice que vive momentos dulces

27 sep 2018 . Actualizado a las 12:16 h.

El martes todavía aconsejó a una mujer del sur de la provincia de Lugo que supera los 55 y desea ser madre. La médica lucense Lina Álvarez, que dio a luz los 62 años, celebrará en octubre el segundo cumpleaños de Linita, la niña que hace que viva «el mejor momento de mi vida y sea feliz». Pasado el tiempo cuenta que no contó la verdad al ginecólogo que llevó a cabo la intervención. Se quitó diez años de golpe porque creyó que, si contaba la verdad y decía que tenía 62, quizás no hubiese conseguido su objetivo.

«Mi ginecólogo, se enteró por la prensa de la edad que tenía. Llevaba diez años buscando a alguien que hiciera posible que pudiera tener un hijo y no lo encontré hasta que mentí en la edad. Después de que lo supiese por los medios, hablé con él y, sinceramente, le dije que no podía arrepentirme de lo que había hecho. Le advertí, además, que estaban equivocados al negar a muchas mujeres la posibilidad de ser madres. Me agradeció que hubiera hablado con él del asunto», explicó Lina Álvarez, que dentro de un año prevé jubilarse como facultativa. «Cuando le dije que tenía 52 años, él me dijo: ¡Qué joven estás! Si no hubiera hecho eso, no lo habría conseguido. La niña fue nuestra felicidad y también la de mi hijo Exiquito, que sufre parálisis cerebral porque durante las pruebas de amniocentesis le pincharon la cabecita», indicó.

Es raro el mes que no reciba llamadas de madres de diferentes lugares de España que buscan consejo e información. «Las madres ‘añosas’ o como quieran llamarnos incluso despectivamente, somos unas pioneras. Vamos a dejar de ser noticia. Muchas mujeres quieren ser madres, ¡Y no las dejan!», destacó ayer en una conversación en la que también estuvo Linita, su hija de dos años que, durante todo el tiempo que duró el encuentro, estuvo totalmente entretenida viendo dibujos.

«Un cielo de niña»

Linita, cuenta su madre, es tímida, pero muy tranquila y «muy sociable». Cuando fue concertado el encuentro con su madre y esta atendía la llamada telefónica, la bebé no dejaba de llamarla mamá para reclamar su atención. Lina asegura que dice ya muchas palabras y que le encantan los animales. No va a la guardería porque ella asume su cuidado por las mañanas. Por la tarde tiene que dedicarse a la consulta médica, que ahora tiene en un ambulatorio de Lugo, después de pasar mucho tiempo desplazándose a A Fonsagrada.

Linita es clavada a su madre. Tiene sus facciones en la cara, el mismo color de ojos... «Esta niña es un sol. Es mi felicidad y la de mis otros dos hijos. He sufrido mucho en mi vida. Nadie me ayudó. Muchos arremetieron contra mí por la decisión de ser madre con 62 años, pero nadie criticó a los ginecólogos que dejaron a mi hijo mayor con parálisis cerebral. Nadie valora el sufrimiento que eso supone para él y también para toda su familia durante toda la vida, incluso para esta niñita cuando sea consciente del problema que tiene su hermano. Es un problema tremendo y quienes lo cometieron siguen campado a sus anchas, como si no hubieran hecho nada. Fui al ginecólogo con 34 años, en lo mejor de mi vida, y me pincharon la cabecita del niño», repasó Lina Álvarez.

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Juicio en Madrid

El 12 de junio del año que viene, recuerda la facultativa, tiene en Madrid un juicio porque denunció a la Clínica Ruber al considerar que le ocultó datos de las pruebas que le hicieron a su hijo. «En mi opinión, vieron la lesión y la ocultaron, pero nadie me hace caso, pero algún día se conocerá que muchos niños pinchados en pruebas de amniocentesis murieron y sus padres no lo saben. Fui con pancartas a Estrasburgo y me enfrenté sola al problema. Soy valiente y se hará justicia», advirtió.

Otros casos

Una matrimonio indio de 80 años disfruta de su bebé

«Si una mujer quiere ser madre pasados ampliamente los sesenta, nadie debe impedírselo. Es un derecho que tiene a la edad que sea, siempre y cuando goce de buena salud y no tenga ningún tipo de contraindicación. A mí, en vez de apoyarme por el problema de la parálisis cerebral de mi otro hijo, me dieron la espalda y encima, lo que hicieron muchas personas fue ponerme a parir cuando tuve la niña. Pero bueno.... Una parte muy amplia de esta sociedad parece estar enferma», apunta la médica lucense.

Lina Álvarez asegura que sigue muy de cerca el caso de los integrantes de un matrimonio indio. Cuando podían ser bisabuelos, ella quedó embarazada cuando tenía 72 años. Él tenía cumplidos los 79. «Hoy ella ya va hacia los 75 y él pasa de los ochenta y, por lo que yo leí, son plenamente felices», apuntó la facultativa lucense. Ese embarazo fue posible gracias a la intervención de una clínica de fecundación asistida. La situación generó también una fuerte polémica porque muchos ginecólogos no veían con buenos ojos la intervención al considerar que la criatura podría quedar huérfana en muy poco tiempo.

«Desde que mi caso salió a la luz, muchas mujeres ‘añosas’ quedaron embarazadas. Conozco varias que lo consiguieron a los 60 años y que están estupendamente. Yo me siento orgullosísima de haberlo hecho. Hay muchas personas deseosas de tener hijos por diversas circunstancias y no las dejan cuando tienen derecho, siempre y cuando ellas quieran y estén en condiciones. Al final es la naturaleza la que establece las diferencias. Yo estoy encantada de tener a Linita, de cuidarla, de atenderla, mimarla, de que no le falte absolutamente de nada. Me jubilo el año que viene y estoy deseándolo para poder estar mucho más tiempo con ella», advirtió también Lina Álvarez.