La pasarela de París impone el velo a lo Lady Gaga

Martín Bastos

SOCIEDAD

AFP | ANNE-CHRISTINE POUJOULAT

Se imponen además los tonos oscuros en el mundo de la moda para la próxima temporada

30 sep 2018 . Actualizado a las 09:20 h.

Seguro que tienen la imagen aún reciente de una Lady Gaga absolutamente de negro riguroso, con un vestido entalladísimo, pisando la alfombra roja en Toronto. Presentaba Ha nacido una estrella con su director y protagonista, Bradley Cooper, al lado. La escena fue todo un homenaje a la diva, que posó casi como una novia gótica, esperando a que su adorado Cooper le retirase el velo de la cara ante la atenta mirada de los fotógrafos. Pues bien, ese flash es ya toda una tendencia que marcará la próxima temporada.

La moda se nos ha subido a la cabeza y la firma Céline, con la que debutaba el diseñador Hedi Slimane, ha confirmado en la Fashion Week de París que en primavera ellas se pondrán el velo a lo Lady Gaga: en forma de tocados y combinado con cualquier prenda, ya sea con pantalón, con falda o con vestido. Pero las mujeres, al menos sobre al pasarela, no renunciarán a ese complemento, aunque habrá que ver cuántas se atreven como Lady Gaga a llevarlo.

Todo al «black»

Como estrellas del rock. Eso sí, la actriz y cantante -tal vez porque sabe de su influencia- no quiso perderse el desfile de Céline y fue una de las estrellas, junto al káiser de la moda, Karl Lagerfeld, que estuvieron atentas a las propuestas de la marca, que en la línea de Balmain, Saint Laurent y Margiela renuncia al colorido.

La moda se ha puesto seria, más sobria y austera, y a juzgar por los desfiles, menos estridente. Céline hizo reinar a divas del rock, con modelos que rindieron tributo a la noche parisina de los sesenta. Vestidos cortos y la mayoría ceñidos, trajes ajustados, cazadoras de cuero y mucho, mucho, mucho negro. El total black dibuja la silueta de las mujeres estilizándolas en la elegancia máxima con solo algunos toques de fantasía en los brillos y las hombreras anchas. Ya lo ven, ha habido poca imaginación en París, así que mejor corramos un tupido velo.