Galicia, ante la mayor amenaza de su tiempo

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN

SOCIEDAD

sequia
ALBERTO LÓPEZ

Llevamos años conviviendo con eventos que solo pueden darse en un contexto de cambio climático: una sequía sin precedentes, la visita de un huracán, el diluvio del invierno y el agosto y septiembre más cálidos desde que existen registros

26 mar 2019 . Actualizado a las 19:17 h.

La ciencia ha hablado. Una vez más. Pero nadie puede garantizar que los gobiernos no vuelvan a hacer oídos sordos. El informe del IPCC coincide con el anuncio del primer ministro de Australia de abonar al Fondo Verde del Clima, fundamental para que los países en vías de desarrollo crezcan de forma sostenible. Mientras tanto, en Brasil, el quinto mayor emisor de gases de efectos invernadero, acaba de ganar la primera vuelta de las elecciones presidenciales un político que quiere sacar al país del Acuerdo de París. El país sudamericano es la quinta potencia que emite más gases de efecto invernadero por la deforestación de la selva amazónica.

Como seres humanos tenemos serias limitaciones para entender el riesgo que representa el calentamiento global. Se trata de un problema que obliga a pensar a largo plazo, algo de lo que adolecemos, y sus paradojas llevan al límite nuestra capacidad para entender un problema. Si la Tierra se calienta, ¿por qué los inviernos son cada vez más fríos?, se preguntan muchos, el primero Donald Trump. Sin olvidar que para afrontar y gestionar la mayor amenaza que afronta Galicia, en realidad, hay que pensar y actuar de forma global. 

Solo estas dificultades para comprender el desafío que tenemos delante puede explicar la desidia de la sociedad actual. Al final, la reacción no vendrá de la mano de los científicos sino de los fenómenos extremos. En Galicia llevamos años conviviendo con eventos que únicamente pueden darse en un contexto de cambio climático. Piense en lo que ha ocurrido durante los últimos doce meses. Una sequía sin precedentes, que dejó a la comunidad al borde del colapso hidrológico. La visita de un potente huracán, el diluvio del invierno y el agosto y septiembre más cálidos desde que existen registros.

Estos eventos han causado estragos en los embalses, la vegetación, los animales, la salud y la economía. Un dato. Durante la ola de calor del pasado verano murieron un millón de pollos en las granjas de la comunidad. Los ganaderos aseguran que los animales están hechos para el clima gallego, pero el de toda la vida, no para este nuevo escenario climático. Es cuestión de tiempo que nos acabe afectando a todos. Entonces despertaremos del letargo.