El «turismo oscuro»: de la pequeña pantalla a lugar turístico

Antía S. Aguado / D. S. REDACCIÓN

SOCIEDAD

VALENTYN OGIRENKO

El éxito de las series impulsa, cada vez más, la visita a lugares marcados por diferentes sucesos

12 ago 2019 . Actualizado a las 17:04 h.

Muertes, sucesos macabros, catástrofes... Los lugares marcados por este tipo de sucesos se están haciendo un hueco en las agendas turísticas. Un turismo catalogado como «oscuro» que está, cada vez más, en auge. ¿Por qué? La respuesta está en la pequeña pantalla. El éxito de series como Chernobyl o Alcàsser ha ido un paso más allá. De escenarios de rodaje a lugares turísticos.

«Tanatoturismo». Una figura retórica que mezcla dos conceptos: el turismo concebido como una actividad relacionada con «el placer y el disfrute y el dolor, el sufrimiento y la muerte». Así lo explica Daniel Liviano, profesor de la Universitat Oberta de Catalunya, como recoge la agencia EFE. Un fenómeno «complejo y heterogéneo» que, contra todo pronóstico, ya es «muy antiguo». Y es que, al ser humano, «siempre le ha atrído la muerte», afirma.

Por ello, el 'boom' del turismo ha llevado a explotar, rentabilizar, «el morbo» del ser humano por la muerte. Un turismo «macabro» detrás del que se esconde una motivación espiritual o moral.

100.000 personas no serán espantadas por la catástrofe nuclear. La ciudad fantasma de Pripyat y la zona de exclusción, espera a dicho número de turistas. El doble de la cifra registrada en el año 2017. Y HBO tiene gran parte de culpa. Tan buena acogida tuvo su miniserie Chernobyl que muchos han querido aprovechar este verano para desplazarse hasta el norte de Ucrania. El desastre que hay detrás de la serie, la gestión de la catástrofe y las consecuencias, poco han parecido importarle al público.

Ver los «devastadores efectos que tuvo el accidente de Chernóbil en los lugareños». Con esas palabras, ya circulan en Internet los anuncios de excursiones que animan a los viajeros. Y no solo eso. Pagando casi 400 euros por persona, se ofrece un guía experimentado a sumergirse en la zona. Eso sí, con un traje antiradiación y un contador Geiger.

Muy conocido también es el caso del campo de concentración de Mauthaussen. Aunque se puede buscar un escenario como muestra de empatía hacia las víctimas, se dan casos de personas «frívolas e irrespetuosas» que no dudan en hacerse selfies en los crematorios.

Incluso se dan casos más extremos. Como personas que acuden con la motivación de asegurarse de que la gente que sufrío las consecuencias recibió «su merecido». Una «alegría por el sufrimiento ajeno».

Sino, que le pregunten a aquellos que se recrean en el drama de la frontera estadounidense. Un «tour experimental» con actores portando la ropa de la policía mientras que, los propios turistas, cruzan la frontera desde México por la noche. Pero ese no es el único destino aclamado. La cueva conocida por la historia de los doce niños tailandeses que se quedaron atrapados en ella, los genocidios de Ruanda y Camboya, la ruta «Helter Skelter» por los lugares de los crímenes de Charles Manson, o los «narco tours» de Medellín, también se han convertido en lugares de entretenimiento.

España no se queda atrás. Mientras que unos visitan este tipo de lugares sin motivación concreta, la diversión relacionada con la muerte guía a muchos hacia el Valle de los Caídos. Otros escenarios, relacionados con la Guerra Civil, también podrían incluirse dentro del «turismo oscuro»: Belchite (Zaragoza) o Corbera d'Ebre (Tarragona).

En 1990, un pueblo de Badajoz (Puerto Hurraco) se dio a conocer por unas rencillas familiares. Unas rencillas que se cobraron nueve vidas. Sin embargo, el más conocido es el de Alcàsser. Lugar donde tres adolescentes fueron macabramente asesinadas. Ahora, y tras el documental ofrecido por Netflix, muchas son las personas que quieren ver, de primera mano, dónde ocurrieron esas tragedias.

De hecho, el caso volvía a ser noticia el pasado mes. Movidas por el documental, unas personas acudieron a La Romana. Aquel interés terminó con el hallazgo de unos huesos en la fosa del triple crimen.