Por primera vez se localiza un fenómeno que combina característcias de un huracán y un terromoto
25 oct 2019 . Actualizado a las 09:07 h.La Tierra produce terremotos cada cierto tiempo para liberar la energía que acumula desde hace 4.500 millones de años, durante el período de formación, mientras era bombardeada por una lluvia de meteoritos. Los constantes impactos fueron elevando de forma progresiva la temperatura del interior.
Mientras, los huracanes son estructuras meteorológicas que nacen en una zona concreta del mundo, los trópicos, y en un momento del año específico, entre junio y noviembre, cuando la evaporación es más intensa debido a la elevada temperatura del agua. Tanto los terremotos como los huracanes son algunas de las manifestaciones más violentas de la naturaleza y tienen un origen diferente. Ahora la ciencia acaba de descubrir un fenómeno que combina ambos y que ha sido bautizado como «tormentamoto» o stormquake, en inglés.
Los descubridores explican que se trata de un evento que conecta la atmósfera con el fondo del océano. Además de lluvias intensas y fuertes vientos, un ciclón tropical produce olas gigantes en la superficie del mar que a veces pueden llegar hasta el fondo. Cuando este oleaje interactúa con las profundidades marinas aparece una fuerza de presión que actúa como un «martillo», un movimiento que los sismógrafos son capaces de registrar.
Los stormquakes no representan una amenaza para los seres humanos ya que su magnitud es menor, en torno a 3,5 en la escala de Ritcher, que es exponencial. Es decir, uno de 4 no es el doble que uno de 2, sino 100 veces más intenso. La bomba atómica de Hiroshima desprendió una cantidad de energía equivalente a 56 millones de kilogramos de explosivos. En la escala sería 6.
Los científicos destacan que ahora que se ha descubierto este fenómeno debe abrirse una línea de estudio que permita desvelar si tiene otro tipo de efectos en el océano. Los responsables de este hallazgo estudiaron una década de mediciones sísmicas, desde el 2006 hasta el 2015 y localizaron una conexión entre los huracanes más potentes y las vibraciones en la corteza terrestre, captando 14.077 stormquakes.
Los investigadores comentan también que no ocurre con todos los ciclones de origen tropical. Citan el caso de Bill, un huracán de categoría 4 que impactó en Terranova con categoría 1 en agosto del 2009. El temporal asociado a ese gigante sistema de bajas presiones originó varios eventos sísmicos en las costas de Nueva Escocia y Nueva Inglaterra. Otros huracanes como Ike e Irene también provocaron terremotos similares y, sin embargo, no hallaron ninguna actividad sísmica durante el potente ciclón Sandy.