Los siete mundos de David Attenborough

SOCIEDAD

Alex Board

La nueva obra maestra de la BBC contiene una de las mejores secuencias filmadas en una serie documental, protagonizada por una foca leopardo y un pequeño pingüino

31 oct 2019 . Actualizado a las 16:12 h.

David Attenborough es en la actualidad el divulgador científico vivo más famoso del planeta. Pertenece a la familia de los grandes pioneros de la comunicación, como el español Félix Rodríguez de la Fuente y el francés Jacques Cousteau, que trasladaron el mundo natural a la pequeña pantalla. Su dilatada carrera le ha permitido dar la vuelta al mundo en varias ocasiones grabando documentales para la BBC. Ha recibido todo tipo de premios y honores. En 1985 fue nombrado Caballero del Imperio Británico por la Reina Isabel II de Inglaterra.

Y aunque es toda una institución, ha recibido críticas por no haber reflejado en su obra el impacto que el ser humano ha estado infligiendo durante décadas a la fauna y la flora de la Tierra. Attenborough no solo reconoció el problema sino que se propuso remediarlo. En los últimos cuatro años ha estrenado en la cadena pública británica Planet Earth II y Blue Planet II, que han sido reconocidas como las mejores series documentales de la historia, además de cosechar un éxito de audiencia en el Reino Unido sin precedentes, reuniendo en cada capítulo a millones de espectadores. En ellas, el naturalista inglés sí retrata los problemas medioambientales que amenazan a todos los seres vivos, como el cambio climático y la contaminación de los mares.

La serie sobre los océanos, en la que se menciona a la playa de As Catedrais para ilustrar el poder que la erosión puede producir en la costa, incluso generó un movimiento inesperado al que hoy todos se refieren como el «efecto blue planet». Un informe publicado en el 2018 sobre consumo de bebida y comida en el Reino Unido señala que nueve de cada diez personas que vieron la serie han cambiado su comportamiento. El sesenta por ciento elige ahora botellas de agua recargables.

Attenborough nunca ha tenido tanta influencia en su vida como en estos momentos. Asiste a los foros y cumbres internacionales más importantes para concienciar a los políticos de la situación tan crítica que afronta la humanidad. Hace unos meses su mensaje llegó a todos los rincones del planeta gracias a la serie Our Planet que se estrenó en la plataforma Netflix y que también tuvo una excelente acogida. A sus 93 años acaba de estrenar One Planet, Seven Worlds (Un planeta, siete mundos), que desde hoy estará disponible en Movistar +.

La Tierra es un lugar increíble plagado de contrastes con desiertos, glaciares, selvas exuberantes y áridas estepas. Asia, Antártida, Australia, Europa, África, Sudamérica y Norteamérica son los siete mundos que configuran este planeta habitable y en los que se centra esta nueva obra audiovisual. En cada uno de sus siete episodios también se muestra cómo los ecosistemas de cada continente están cambiando y se recuerda la responsabilidad que tiene el ser humano de preservar la biodiversidad, de la que depende.

En esta nueva serie de naturaleza de la BBC se han utilizado las últimas tecnologías de grabación, como sofisticados y silenciosos drones que han permitido acercarse a los animales como nunca antes se había hecho. Una producción en la que han trabajado 1.500 personas y que se ha rodado durante 1.800 días en 41 países diferentes.

El primer episodio, dedicado a la Antártida, ha conseguido reunir a más de siete millones de británicos. «La combinación de tecnología de vanguardia y conocimientos únicos sobre los comportamientos de los animales proporciona una nueva perspectiva del mundo natural», asegura Charlotte Moore, directora de contenido de la BBC.

Historias con suspense

Los últimos trabajos de Attenborough han revolucionado además la forma de narrar el mundo animal, introduciendo un suspense propio del estilo Hitchcock. En la serie Planet Earth II se hizo viral una persecución que para muchos representa la mejor secuencia rodada en una serie de no ficción de todos los tiempos. En ella, una iguana trata de huir de un grupo de serpientes. La música del compositor Hans Zimmer y la forma en la que se está grabada ofrecen una experiencia completamente desconocida en los formatos documentales.

En One Planet, Seven Worlds se ha conseguido repetir una escena muy parecida. Esta vez la historia tiene lugar en las gélidas aguas de la Antártida, el lugar más inhóspito del mundo, y sus protagonistas son una foca leopardo, el depredador, y un pequeño pingüino, la presa. La persecución dura aproximadamente unos tres minutos y consigue trasladar una gran tensión al espectador, que por un instante se solidariza con el pobre pingüino que trata de evitar como puede ser devorado. El final de esta lucha por la supervivencia es digno de una obra maestra.