«GH VIP» es el nuevo «Sálvame»

Mónica Pérez
Mónica Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

El programa bate sus propios récords logrando un 30 % de cuota de pantalla. Estas son las claves para entender el éxito de audiencia del «reality»

07 nov 2019 . Actualizado a las 15:14 h.

Gran Hermano se estrenó por primera vez en España presentado como un experimento sociológico en el año 2000. Hay quien defiende que lo fue y lo cierto es que la primera edición logró unos datos de audiencia que casi veinte años después ni se recuerdan: más de la mitad de los españoles lo veía y solo tres de cada diez se perdieron la final que ganó Ismael Beiro. Dieciocho ediciones de anónimos después (con reencuentro incluidos) y siete de famosos, el reality vive una nueva época dorada. Cada noche de emisión (tres a la semana) se convierte en líder imbatible de audiencia. En el ecuador del concurso, Mediaset confirma que sus galas tienen un promedio del 30,3 % de cuota de pantalla y 2.969.000 espectadores. Son los mejores datos que obtiene el formato con famosos en toda su historia y Mediaset no lograba datos semejantes con el reality desde el año 2002, en Gran Hermano 3, justo la que ganó el gallego Javito y que supuso el salto a la fama de Kiko Hernández. ¿Cómo se explica el éxito de un formato tan asentado en la parrilla, que lejos de cansar al espectador, cada vez parece engancharlo más? Estas son algunas de las claves que explican porqué GH VIP 7 ha conquistado al público.

La evolución de «Gran Hermano». El analista televisivo Borja Terán, autor del libro Tele. Los 99 ingredientes de la televisión que deja huella, asegura que «Gran Hermano se ha sabido reinventar, se ha engullido a sí mismo para sobrevivir en la parrilla». Si antes lo que vendía del programa era aislar a los concursantes, ahora el reality, sabedor de que el público también ha evolucionado, «se juega con desvelar lo que ocurre dentro de la casa, pero también el plató», añade. «Los concursantes tienen mucha información, se les da para generar polémica», afirma. «GH ya no es un reality, es Sálvame», explica.

Daniel Aranda, profesor de los estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación en la UOC, también lo resume así: «Gran Hermano se ha convertido en Sálvame, ha evolucionado a la prensa rosa. Más allá de ver cómo se comportan y qué hacen lo que interesa ver es sus discusiones y las relaciones que hay entre los personajes públicos».

Tramas previas. Los espectadores más avispados pudieron comprobar cómo, días antes del estreno de GH VIP 7, Viva la vida hacía un repaso de la vida de Rocío Carrasco, cuando los rumores de que su exmarido, Antonio David Flores entraría en la casa de Guadalix aún eran incipientes. El jueves entendieron el motivo de ese reportaje anterior. «Telecinco ya empieza el programa con las tramas hechas, los concursantes llevan los conflictos de culebrón desde casa y desde el propio canal», explica Terán. «Se produce un efecto trasvase de espectadores de unos programas a otros, porque las tramas siguen», añade.

Sin competencia. GH VIP 7 no tiene competencia. Su principal competidor se quedó la noche del martes muy lejos de superar el 30 % de cuota de pantalla que logró en Cuatro. Tuvo que conformarse con un 11,3 % en Galicia, según los datos de Barlovento Comunicación. Aranda apunta a una posición a nivel empresarial de las otras cadenas. «Es un modelo de negocio, cada cadena tiene que encontrar su identidad, y Telecinco ha sabido muy bien orientar su identidad al reality». Borja Terán opina que los otros canales, en «plena revolución del consumo televisivo» no están sabiendo «crear acontecimientos». Explica que el resto de cadenas «no están teniendo la energía suficiente para crear contenido en directo, competitivo y moderno y que enganche al público». Este analista televisivo asegura que Telecinco «maneja muy bien la energía popular de nuestro país, que consume programas con un cierto nervio del directo, con creatividad maliciosa», algo que no hacen el resto de canales, con contenidos «demasiado políticamente correctos». Añade que además, en una época de inestabilidad televisiva, prefieren «arriesgar poco».

Los concursantes. Otro de los secretos del éxito de GH VIP 7 son los concursantes. No son anónimos, pero tampoco son famosos, si se comparan, por ejemplo con los que compiten en MasterChef Celebrity o en Tu cara me suena. Mientras estos últimos son conocidos por su profesión, bien sean cantantes, actores o deportistas, el reality de Mediaset tiene vips de otro rango. «Son gente que vive del conflicto y que intenta perpetuarse en Telecinco», resume Borja Terán. «Como se quiere perpetuar y quiere saber más que la propia televisión. Y ellos mismos hacen sus cálculos para mantenerse en Telecinco», insiste. El también crítico televisivo alerta de que «los concursantes está maquinando cómo pueden dar conflictos de forma autodidacta para poder seguir en el programa y en los platós de Mediaset, y eso puede ser un problema».

 Aranda por su parte destaca que siempre son personajes de la órbita de Telecinco. «Los reinvierten en otros programas y rebotan de unos a otros. O son nuevos vips o referentes de Instagram, pero nunca de otras cadenas», señala.

Contenidos inéditos. En pleno bum del streaming, las plataformas ofrecen un amplio catálogo de título (incluso algún reality) pero nada parecido a Gran Hermano. «Forma parte del evento social, que solo pasa una vez y tienes que estar delante de la pantalla para poder verlo, pero lo interesante no es verlo, es comentarlo», afirma Aranda. «Contra eso no hay rival», afirma Terán. «La televisión generalista va a seguir viva porque es la televisión que te acompaña en vivo y en directo», añade, que no descarta que más pronto que tarde las plataformas terminen sumándose a esos eventos en directo.

Una gestión acertada de las redes sociales. «Las redes sociales amplifican su discurso, ya sea a través de las problemáticas o a partir de la ironía», señala Daniel Aranda. Por su parte Borja Terán elogia la gran labor que la productora Zeppelin hace en las redes sociales. «Mientras otros programas se dedican a hacer casi spam, las redes tienen vida propia, hasta los usuarios les han puesto un nombre, Paco, al Twitter del reality. Parece una persona más que se ríe de sí mismo, se mofa de los personajes,...», subraya. «Tienen vida propia y generan vínculos con el espectador porque son tan traviesas como el programa», describe. «Eso propicia que mucha gente que no está viendo el programa, que es público potencial, vea un meme creado por la propia cuenta vaya a ver qué ha pasado y va a la emisión», asegura.

Mediaset consigue frenar la caída de Cuatro gracias al «reality»

Con el estreno de Supervivientes, Mediaset puso en práctica una arriesgada estrategia: que la gala de los martes comenzase en Telecinco y poco después cambiarse a Cuatro. Ellos o denominaron «televisión transversal», pero era, cuando menos, osada. El caso es que les salió bien y con GH VIP 7 han repetido el plan. Desde entonces han logrado paliar la caída de Cuatro, que sufrió especialmente la supresión de los informativos el pasado mes de febrero. La gala de los martes otorga al canal cifras que rozan el 30 % de cuota de pantalla, mientras la media del canal fue el pasado mes de octubre del 5,5 %. En Mediaset son expertos en «comunicar el producto en sus programas», explica Terán, que destaca su «tacticismo» a la hora de programar sus contenidos en la parrilla.