«En un cáncer sueles tratar el efecto de las mutaciones, pero el mecanismo que lo provoca sigue activo. Nuestro trabajo se enfocará a partir de ahora en silenciarlo», destaca Tubío.
Será a medio plazo, pero mucho antes se podrá implantar un diagnóstico para los pacientes con este tipo de tumores. «Se puede desarrollar un test genético sencillo para comprobar si un paciente tiene una copia altamente mutagénica y, si la presenta, someterlo a un programa de vigilancia», destaca Bernardo Rodríguez-Martín, que empezó a colaborar con Tubío cuando este regresó de la Universidad de Cambridge, primero en la Universidade de Vigo y ahora en el Cimus de Santiago.