Cientos de ferrolanos salieron a los balcones y ventanas de sus casas para cantar a las mujeres, reivindicando la tradicional celebración, aplazada por la pandemia
18 mar 2020 . Actualizado a las 21:39 h.No hubo rondallas por las calles, ni cantos ante los balcones de A Magdalena, pero esta tarde, en la víspera de San José, Ferrol rindió «como pudo» su tradicional tributo a las Pepitas. La clásica celebración dejó paso a una versión alternativa, si cabe con mayor emoción que nunca, alumbrada desde las redes sociales y Radio Voz.
Si en los días anteriores los ciudadanos de todo el país tomaron ventanas y balcones al anochecer para rendir tributo al personal sanitario y a cuantos profesionales siguen al pie del cañón para hacernos más fácil la vida durante esta crisis sanitaria, este miércoles los ferrolanos reivindicaron su tradición y homenajearon, como cada año, a las mujeres de la ciudad.
La iniciativa Sal al balcón y canta, que coirculó con profusión por las redes sociales, y en que se implicaron activamente la Rondalla del Club de Campo y la agrupación Añoranzas, hizo que la música tomara momentáneamente las calles del centro, aunque los sones se extendieron como nunca al resto de los barrios de la ciudad naval, e incluso más allá de las fronteras del municipio. Las 20 horas llegaron. Y en ese instante, arrancó el recital.
En el número 145 de la calle Magdalena, desde una galería decorada para la ocasión, Ricardo González Sedes, presidente de Añoranzas y de la coordinadora de rondallas, ataviado como procede, entonó la célebre Ferrol, donde yo nací, pieza fechada allá por el año 1910, mientras desde otras viviendas vecinas altavoces reproducían el tema, al que siguió otro, si cabe aún más popular.
La canción popularmente conocida como Nas ondas do mar sonó en el centro histórico, pero también en Ultramar, Esteiro, Canido —de la mano de Nuevo Plan— o Caranza. En el barrio más populoso de Ferrol, Santiago Gago, integrante de la Rondalla Club de Campo, quiso, como muchos de sus compañeros, cumplir con la tradición. Y así, la célebre Nas ondas do mar, palabras de amor, nas ondas do mar, nas ondas do mar soñei con Ferrol sonó con una emoción especial en este adelanto de las Pepitas, celebración aplazada por el coronavirus hasta el mes de septiembre.
«Con este tiempo hubiera sido una edición excepcional. Salimos porque no queremos que la gente olvide este día que, por desgracia, no podemos celebrar como quisiéramos», apuntaba Ricardo González Sedes, quien defiende que la fiesta sea declarada de interés turístico nacional. Mientras, Gago destacaba el tirón que ha despertado la iniciativa de salir a los balcones a cantar. «Gente de Ferrol que vive en ciudades como Vigo, Madrid o Valencia, nos ha pedido la letra para sumarse», explicaba.
Sea como fuere, la iniciativa triunfó. Y los sones de las Pepitas resistieron a la pandemia.