Una residencia de A Coruña aísla a 74 mayores tras registrar 9 positivos

La Voz A CORUÑA / LA VOZ

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El director del centro Portazgo ha decidido aplicar medidas más restrictivas que las recomendadas por el ministerio, y condiciona la evolución al impacto del virus en la plantilla

25 mar 2020 . Actualizado a las 20:49 h.

Nueve internos de una residencia de ancianos de A Coruña han dado positivo en coronavirus y han movido a la dirección a confinar en sus habitaciones a los 74 residentes. El ingreso hospitalario de una persona con síntomas que en principio no hacían sospechar un contagio desembocó sin embargo en el primer caso confirmado de COVID-19 en las instalaciones de O Portazgo el sábado pasado. «Nos lo comunicó la familia. Automáticamente llamamos a Saúde Pública y en una hora estaban aquí», explica Miguel Vilas, director del centro.

Ayer lunes fueron llegando a cuentagotas los resultados de las pruebas realizadas a diez personas. Ocho dieron positivo y Vilas decidió aislar a todos. «El ministerio recomienda establecer cuatro grupos: contagiados, con síntomas, sin síntomas pero que hayan tenido contacto con un infectado, y por último, el de los que ni tienen síntomas ni han tenido contacto. Nosotros partimos de que todos podíamos estar infectados», explica. 

La residencia mayores Portazgo, que en los primeros días de la crisis saltó a las redes por un vídeo del personal bailando para pedir a las familias que renunciasen a las visitas, funciona con criterios de sociabilidad máxima para sus internos, de los que dos tercios sufren deterioro cognitivo. «Recibimos más de 80 visitas diarias, hay domingos de 150. Esto es la feria de Paiosaco todos los días. Otras residencias están más sectorizadas, y no es ni mejor ni peor. Nosotros tenemos salas enormes donde se hace la vida en común, como en un pueblo, para que precisamente los internos no estén recluidos en sus habitaciones», añade el director, que está a la espera de las directrices de la Xunta para decidir cuándo deben trasladar a un enfermo al hospital. «Hay gente más conservadora y otros menos. Yo siempre fui partidario de no ingresarlos si no es absolutamente necesario porque la experiencia me dice que cuanto menos estén en el hospital, mejor».

Miguel Vilas, que insiste en su empeño de informar de la situación con absoluta transparencia, condiciona su evolución al impacto del virus en los 43 trabajadores de la plantilla. «Hay bajas. De 28 auxiliares 12 tienen síntomas. Lo que necesitamos ahora es suerte», dice a la vez que muestra su agradecimiento a un empresario de Lalín que les facilitó una partida de mascarillas. «Sin conocerme de nada, solo después de hacerme una entrevista para descartar que íbamos a especular con ellas, las trajo personalmente a A Coruña y no las quiso cobrar», explica. Otra partida la obtuvieron en Portugal, «a precios disparatados» y a través de los proveedores habituales.