Raab, un «brexiteer» hasta la médula, asume el mando en el Reino Unido mientras Johnson se recupera
SOCIEDAD
El primer ministro continúa en la uci, pero no necesita respirador
09 abr 2020 . Actualizado a las 20:48 h.El primer ministro británico, Boris Johnson, afronta su primer día en la unidad de cuidados intensivos de un hospital londinense. Tras ser diagnosticado por Covid-19, el premier dijo que no cedería el mando, pero el agravamiento de su estado de salud en las últimas horas le ha obligado a delegar en el titular de Exteriores, Dominic Raab.
Johnson, de 55 años, fue ingresado el pasado domingo en el hospital St Thomas como medida de precaución después de que sus síntomas de coronavirus se agravaran, pero el lunes los médicos decidieron que debían extremar su cuidado, trasladándolo a la uci, donde se encuentra consciente y recibió oxígeno, pero sin necesidad de respirador.
Según los medios británicos, la reina Isabel II, jefa de Estado, permanece informada sobre la salud de Johnson, mientras que otros líderes mundiales enviaron anoche mensajes de apoyo al político conservador. Entre ellos, Donald Trump, que ofreció su ayuda. «He pedido a dos de las compañías (terapéuticas estadounidenses) líderes, compañías brillantes, que han hecho un gran trabajo. Les he pedido que se pongan en contacto con Londres de inmediato», dijo. «Vamos a ver si podemos ser de ayuda -añadió-. Nos hemos puesto en contacto con los médicos de Boris, y vamos a ver qué es lo que pasa, pero (las compañías) están listas para ir (a Londres)».
Mientras se espera conocer la evolución del estado de salud del mandatario, el peso de la lucha contra la epidemia del COVID-19 ha recaído en Raab, considerado el ministro más destacado del Gobierno. El responsable de la diplomacia británica presidirá hoy por teleconferencia la reunión del Gobierno de los martes y tendrá como próxima e importante misión decidir si mantiene las actuales restricciones de movimiento de la población, que deberán ser revisadas a principios de la próxima semana.
La pareja del primer ministro, Carrie Symonds, con un embarazo avanzado ya que dará a luz a principios de este verano, está en cuarentena al tener síntomas del COVID-19, si bien no ha sido sometida a la prueba del virus.
El nuevo líder del Partido Laborista británico (primero de la oposición), Keir Starmer, calificó el ingreso de Johnson en la UCI de «triste noticia» y dijo que el país se solidariza con su familia en este «momento increíblemente difícil». La epidemia del nuevo coronavirus ha causado ya 5.373 muertes en el Reino Unido, en tanto que los contagios confirmados ascienden a 51.608.
Quién es Dominic Raab
El ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, que asume la gestión del gobierno del Reino Unido ante la ausencia de Boris Johnson, es «brexiteer» hasta la médula, ambicioso y con casi diez años de experiencia parlamentaria.
Aunque el Reino Unido no tiene una constitución escrita que regule un proceso de sustitución como este, el jefe de la diplomacia británica es considerado principal ministro y es por ello que Johnson le delegó las riendas del poder, en momentos de una grave crisis en el país al mantenerse las medidas de restricción de movimiento de la población para contener la epidemia del coronavirus, recoge Efe.
Nacido el 25 de febrero de 1974 en Buckinghamshire (sur de Inglaterra), Raab es hijo de padre judío, Peter (quien emigró de pequeño al Reino Unido de la antigua Checoslovaquia en 1938), pero fue educado bajo la religión anglicana de su padre, Jean Raab.
Estudió derecho en la Universidad de Oxford, donde se licenció en Jurisprudencia, antes de hacer estudios de posgrado en Derecho Internacional en la Universidad de Cambridge.
Antes de su entrada en el Parlamento, el actual ministro de Exteriores trabajó en el área de litigios internacionales y también para la organización defensora de los derechos humanos Liberty. En 2000, Raab entró en el Foreign Office para trabajar en la embajada británica en La Haya, donde integró un equipo especial dedicado a llevar ante la Justicia a criminales de guerra.
Tras su regreso en Londres, asesoró al ministerio en asuntos como el conflicto árabe-israelí y la Unión Europea (UE). Está casado con la brasileña Erika Rey, antigua ejecutiva en el sector de mercadotecnia, y es padre de dos niños.
Raab, de 46 años, entró en el Parlamento en las elecciones generales de 2010 -con David Cameron como primer ministro-, al obtener su escaño por la circunscripción de Esther & Walton, en el condado inglés de Surrey (a las afueras de Londres).
Una vez en la Cámara de los Comunes, Raab fue nombrado secretario de Estado de Justicia en 2015 por David Cameron, antes de que tuviera una labor destacada en la campaña a favor de la retirada del Reino Unido de la UE en 2016, que lideró Boris Johnson.
Con el triunfo del «brexit» en el referéndum de junio de 2016 y la dimisión de Cameron del poder, Raab avanzó en su carrera política con la llegada al poder de la conservadora Theresa May.
Así, Raab fue nombrado ministro del Brexit en julio de 2018 después de la dimisión de David Davis, pero la «luna de miel» con May no duró mucho al presentar su dimisión en noviembre de ese año por su oposición sobre la negociación del acuerdo de retirada, en concreto su rechazo a la salvaguardia pensada para evitar una frontera dura entre las dos Irlandas y no perjudicar el proceso de paz.
Ante la crisis del Brexit y la partida de May como líder del Partido Conservador (y como primera ministra) el año pasado, Raab intentó hacerse con el liderazgo de la formación política, pero fue derrotado en la segunda votación del proceso.
Sin embargo, su fidelidad a Boris Johnson y su defensa de la salida del país del bloque europeo, fue promocionado a titular de Exteriores por el primer ministro tras las elecciones generales británicas celebradas en diciembre del año pasado.
Con pocos meses como ministro de Exteriores, Raab ha tenido que lidiar en las últimas semanas con la repatriación de cientos de británicos que habían quedado sin poder regresar al país debido al cierre de fronteras por la pandemia del nuevo coronavirus.
La misión más importante ahora es tomar nuevas medidas para contener la epidemia en el Reino Unido, sin perjudicar aún más la economía del Reino Unido.