Palmou y su mujer reciben el alta tras pasar el coronavirus en su domicilio

r. g. A ESTRADA / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

El estradense Jesús Palmou Lorenzo, director de la Academia Xacobea, está asintomático

12 abr 2020 . Actualizado a las 08:06 h.

El estradense Jesús Palmou Lorenzo, director de la Academia Xacobea, exconselleiro de Xustiza y exsecretario general del PP gallego ha vencido al coronavirus junto a su mujer, Mari Carmen Cibeira. Ambos han recibido el alta médica en los últimos días: ella el 3 de abril y él el 4. «No nos han vuelto a repetir la prueba, pero estamos completamente asintomáticos desde hace tiempo y han pasado quince días desde el positivo, por eso hemos recibido el alta», explica Palmou. «De todas formas, todavía continuamos en seguimiento, ahora por parte del equipo médico del centro de salud de A Estrada. Nos llaman cada dos días para preguntarnos cómo nos encontramos y para asegurarse de que todo va bien. Nos han dicho que en los próximos días nos llamarán para comunicarnos que podemos salir a la calle. Después de darnos el alta todavía nos tenemos que quedar unos días en casa. Lo hacen para que salgamos con garantías de que somos inmunes y de que no vamos a contagiar a nadie», cuenta.

Palmou y su mujer se contagiaron en Madrid, donde estuvieron el fin de semana antes de la alarma sanitaria asistiendo a varios actos sociales. El viernes 13 de marzo les hicieron el test y el sábado 14 les dieron el resultado. Han llevado la enfermedad y el aislamiento con mucha filosofía. «Yo tuve fiebre dos días, dolor de cabeza y un cansancio tremento. También perdí el olfato y el gusto. Comía por obligación porque era como si comiera paja», cuenta él. «Mi mujer, que es asmática, no pasó de 38 y medio, pero tuvo hasta diez días de fiebre, aunque no tomó más que Paracetamol», explica.

Desde que están completamente recuperados, han aprovechado «para clasificar y ordenar muchas cosas que aún tenía de mi etapa en la Consellería y en el Consello de Contas», para repasar y clasificar miles de fotos, para leer mucho y para jugar a las cartas. «Lo hemos llevado bien. No hemos tenido un solo momento de no saber qué hacer», dice Palmou.