La conselleira de Educación defiende que las medidas de conciliación en los colegios se abran a los mayores de seis años

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

La conselleira de Educación, Carmen Pomar
La conselleira de Educación, Carmen Pomar ALBERTO LÓPEZ

Pomar entiende que las guarderías están incluidas en la idea del gobierno de abrir centros para atender a los niños de Infantil

29 abr 2020 . Actualizado a las 23:13 h.

La conselleira de Educación, Carmen Pomar, considera que si se utilizan los colegios como herramienta de conciliación para los padres ante la vuelta a actividad laboral, la medida no debe limitarse solo a los alumnos de hasta seis años. «Esa posible volta dos nenos de Infantil para unha posible conciliación parécenos que, na medida do posible, debería estar aberta a outras idades».

Pomar ha recordado que de la misma manera que los menores de seis años no pueden quedarse solos en casa, tampoco pueden hacerlo los niños que no han superado aún los doce. Por ello reclama que, si se quiere hablar de conciliación, se tenga en cuenta que «moitos nenos de Primaria tamén necesitarán quedar na escola». En una entrevista concedida a la TVG, la conselleira indicó que «parece» que la posibilidad de reabrir aulas para la vuelta voluntaria de los alumnos de Educación Infantil que lo necesiten «está garantida», y ha hecho referencia tanto a la etapa atendida en colegios (tres a seis años) como a la que se atiende a través de las escuelas infantiles (de cero a tres). Sin embargo, ha resaltado que precisan por parte del Ministerio «algún tipo de instrución máis particular e específica».

Y es que para Pomar las excepciones realizados el martes por Pedro Sánchez fueron «un pouco abstractas e dispersas» por lo que aseguró que en su departamento están «á espera de que o ministerio contacte coas comunidades para explicar como vai ser esa volta ás aulas». Consideró «prioritario» que los alumnos de 2º de Bachiller que se van a enfrentar a las pruebas de acceso a la universidad tengan opción a acudir a clases presenciales voluntarias, para «repasar, revisar e afianzar contidos, da primeira e segunda avaliación sobre todo». Eso sí, con una ocupación de las aulas «mínima» que no supere los 15 alumnos por clase.

La apertura de los colegios para atender estas excepciones de conciliación o refuerzo implicarán un importante esfuerzo previo de preparación y reorganización. Pomar destacó que lo primero que hará falta será una «limpeza a fondo» de los centros educativos, una organización de espacios y cartelería y una reorganización de aulas en función del número máximo de niños limitado por las autoridades sanitarias. También resaltó que los equipos docentes tendrán que «estar nas aulas e dalgunha maneira ir preparando a chegada do alumnado». Algo que el Gobierno central prevé que pueda hacerse durante la fase 1 de la desescalada (no antes del 11 de mayo), ya que la apertura excepcional de aulas no se produciría hasta la fase 2 (no antes del 25 de mayo).

Respecto a la posibilidad también abierta por el Ejecutivo central de que más adelante se establezcan clases de refuerzo para los alumnos que tuvieron más complicaciones o menos recursos para continuar con la docencia en casa, Pomar ha señalado que exigirán al Ministerio «uns criterios obxectivos» que establezcan qué alumnos pueden optar a estos refuerzos, de manera que se evite «calquera tipo de agravio comparativo» o que por «criterios excesivamente subxectivos, haxa alumnado que quede fóra desa oportunidade». Reclamó también concretar si esos refuerzos tendrán carácter voluntario o podrían ser obligatorios y que se sepa «pronto» para que los centros se puedan organizar y decidir qué profesorado estará implicado.

Respecto al hecho de que el Ejecutivo haya descartado una vuelta a las aulas general hasta septiembre, la conselleira ha considerado que «académicamente non hai demasiadas dificultades» pero se ha mostrado apenada por que no pueda haber una despedida del curso. «É unha mágoa que non se poidan despedir, celebrar tres ou catro días ese peche de ciclo académico coas súas compañeiras e compañeiros e cos seus mestres e mestras», ha apuntado. 

En cuanto a las instrucciones de finalización del curso en Galicia y la posibilidad de que alumnos de 2º de Bachiller titulen con alguna asignatura suspensa, la conselleira dijo que «nas instrucións que mandamos aos centros o que dicimos é que por norma xeral os alumnos de bacharelato deberían titular con todas as asignaturas aprobadas, non esquezamos que teñen que enfrontarse a unhas probas de acceso á universidade». Sin embargo, reconoció que con carácter excepcional puede haber alumnos que no tengan todas las asignaturas aprobadas y que hayan demostrado esfuerzo y puedan titular con alguna materia suspensa. Hay base jurídica para ello, afirmó la conselleira.