Ignacio Benedeti, el gallego que filmó el cambio climático

SOCIEDAD

Benedeti junto al rompehielos Malmö, donde vivió durante una de las expediciones.
Benedeti junto al rompehielos Malmö, donde vivió durante una de las expediciones.

El cineasta presentará su documental «Spitsbergen, o Gardián do Ártico», grabado con Super 8, en el Festival de Ourense

04 abr 2021 . Actualizado a las 18:43 h.

Ignacio Benedeti ha estado muchas veces en el Ártico. El calentamiento global no es una historia que le hayan contado, sino algo que ha experimentando. «La primera vez que estuve en Spitsbergen fue en 1995 y la nieve me llegaba a la cabeza. Volví en el 2007 al mismo lugar y mes y solo me cubría hasta la rodilla. En el 2018 solo ocupaba unos pocos centímetros», reconoce.

El cineasta gallego confiesa que el público joven está sensibilizado con la crisis climática, pero no tanto las personas adultas. A ellas va dirigido el documental Spitsbergen, o Gardián do Ártico. Para reclamar la atención de los mayores, Benedeti apuesta por la estética retro que siempre imprime la filmación con una cámara Super 8. «El proyecto está rodado con película y tiene textura de cine. Ha sido concebido como los documentales de los años 70 que me inspiraron a mí, como los de Jacques Cousteau, porque quiero llegar al público mayor de 50 años para convencerles de que es una amenaza real», reconoce Benedeti. 

El documental, que se estrenará en el 25 Festival de Cine de Ourense que se celebrará desde el 25 de septiembre al 3 de octubre, es el relato de una aventura única en un lugar extraordinario. «Cuento, por ejemplo, mi experiencia a bordo del rompehielos Malmö que fue botado en 1943, cuando Noruega todavía estaba bajo el dominio nazi», explica. Es, por supuesto, una historia de superación; la suya, la de una persona comprometida que ha filmado en unas condiciones que solo él puede relatar. «Con estas cámaras no se puede ver el resultado. Te arriesgas mucho. Además, la cargas de película duran únicamente dos minutos y medio. Esto te obliga a cambiar constantemente el equipo con frío y sin guantes. Y como siempre es de día y terminas muy agotado», confiesa.

No faltan en este trabajo cinematográfico que forma parte de una serie audiovisual que se rodará hasta el 2030 algunas escenas cargadas de emoción, como la que protagoniza una familia de osos. «Hicimos el seguimiento de una osa y uno de sus oseznos, porque el otro había fallecido. Da mucha pena comprobar cómo están sufriendo los efectos del cambio climático. El hielo está desapareciendo y cada vez resulta más complicado para ellos poder cazar. Esto también les ocurre a las morsas», lamenta.