Una peluquera de A Milagrosa: «El sábado no entró nadie, decidimos cerrar antes de tiempo»
SOCIEDAD
Negocios de A Milagrosa dicen que han perdido sobre mil euros desde que empezaron las restricciones
01 sep 2020 . Actualizado a las 14:24 h.Desde que Sanidade anunció el viernes las restricciones a las que se somete desde esa noche A Milagrosa, el barrio no ha vuelto a ser el mismo. Prueba de ello es que el sábado, en la peluquería Miriam Souto, tuvieron que cerrar antes de tiempo por falta de clientela. «Todos los negocios de la zona estamos perjudicados por lo que está sucediendo. El foco está sobre A Milagrosa, pero el coronavirus afecta a distritos de toda la ciudad», explica Miriam, que se siente señalada por la opinión pública, «y esto hace que aquí no entren los clientes», añade desde su peluquería ubicada en Camiño Real.
El daño económico ya se nota en el barrio. Algunos aseguran que las pérdidas superan los 1.000 euros en apenas cuatro días. Miriam Souto también forma parte de la junta directiva de la Asociación Provincial de Empresarios de Peluquería y Estética de Lugo y defiende que en el sector han invertido mucho en seguridad desde el primer momento. «Nos hacemos test PCR, tenemos máquinas de ozono y aplicamos todas las medidas de prevención. Pero ahora no tenemos clientela, y si no facturamos, no comemos», explica.
Las cancelaciones son habituales en esta peluquería desde que se decretaron las restricciones y A Milagrosa, uno de los barrios más poblados de Lugo que suele desprender vida propia, está vacío. «Esto é terrible. Imos pasar miserias, precisamos que a xente saiba que nos apostamos pola seguridade e que non hai risco en que veñan», añade Souto.
Un barrio «con mala reputación»
Sobre la reputación del barrio, algunos empresarios de la zona tienen mucho que decir. «Esto ha adquirido una mala fama que no le corresponde. Se habla de unos cuantos bares, pero el pacto lo pagamos todos», explica esta peluquera. En agosto, el negocio funcionó medianamente bien tras meses de cierre y otros de remontada. Ahora, de nuevo, los negocios de A Milagrosa necesitan un empujón y piden a la clientela que no tenga miedo porque para ellos, la seguridad es lo primero.
«La gente puso el foco en el barrio, vienen días duros»
Este negocio se atrevió a abrir un estudio de fotografía cuando terminó la cuarentena
Desde Ecolavakan, una peluquería canina, boutique y estudio fotográfico de A Milagrosa, Renata Freitas dos Santos prevé que será un mala semana, un mal mes y un mal año. «La gente señaló A Milagrosa», explica. A estas alturas del verano, en este negocio tendrían que acumularse las reservas de perros que necesitan pasar por la peluquería. Sin embargo, septiembre se asoma como un mes flojo, «porque mucha gente tiene miedo», cuenta Renata.
Ayer, en Ecolavakan no falló ninguno de los clientes con cita adjudicada, «pero otros años, el teléfono habría sonado toda la mañana», dice Renata, que también se muestra esperanzada y cree que, si los clientes vencen al miedo y «se quedan con el respeto y la prudencia», los negocios de la zona lo agradecerán y podrán sobrevivir a las restricciones impuestas en el barrio.
Antes de que el coronavirus entrase en escena, por este negocio pasaban una decena de perros al día. El negocio cerró durante el confinamiento y reabrió en mayo. Entonces, se acumuló el trabajo puesto que eran muchos los perros que necesitaban pasar por la peluquería tras varios meses encerrados. En julio, la situación empeoró y el mes fue bastante flojo. «Agosto fue raro, pero yo pensaba que íbamos a remontar a final de mes, y ahora esto», cuentan desde este negocio.
Emprender durante la pandemia
La cabeza de Renata barajó un sinfín de opciones durante el confinamiento. Y un buen día decidió llevar a la práctica una idea que tenía desde hace tiempo. Se atrevió a abrir un estudio fotográfico especializado en retratos de mascotas. «Le dimos muchas vueltas, pero esto es algo que queríamos hacer y de momento, la verdad es que está funcionando muy bien. Nueve de cada diez clientes que traen aquí a sus mascotas y que se enteran de que tenemos un estudio, piden también que les hagamos fotos», cuenta esta mujer.
Cribado masivo
Este lunes empezó el cribado a hosteleros de A Milagrosa, que se trasladaron hasta la zona habilitada en el HULA en la que se realizan PCR sin que el paciente se baje del coche. Está previsto que se hagan test a 97 camareros que trabajan en 30 bares de la zona.