Iker Jiménez: «Contar la verdad nunca es alarmismo»

julián alía MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

Luis Miguel González

«Cuarto milenio» regresa este domingo con «Origen», un especial sobre el coronavirus

06 sep 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Acababa de decretarse el estado de alarma cuando Cuarto milenio dejó de emitirse. Esta noche, casi seis meses después, el programa de Iker Jiménez (Vitoria, Álava, 47 años) regresa a Cuatro a las 21.30 horas con Origen. La entrega ahonda en los inicios del coronavirus, y se completa la próxima semana con un segundo especial, Horizonte, que abordará los cambios de paradigma que originará la pandemia. Después el programa volverá a su formato habitual.

-¿Por qué se rumoreó que les habían cancelado el programa?

-Se dio la tormenta perfecta. Un programa que toca misterios y conspiraciones, de repente, después de 15 años, deja de emitirse. Pero no es solo que la cadena nos haya apoyado, sino que yo nunca había sentido un apoyo así. Yo le dije a la directiva que había circunstancias como para no seguir emitiendo, y tuve la comprensión desde el minuto 1. Queda más bonito decir que nos habían censurado, pero no es verdad.

-Lo han llegado a catalogar como facha. ¿Qué opina de todo eso?

-Yo no tengo ninguna bandera ni partido. Tengo el partido de mi público y mi programa, y lo demás me da exactamente igual. He dicho cosas que se catalogaban como de derechas, y he sido todo lo contrario. A algunos les interesaba cuando hablaba de confinamiento, y a otros, cuando criticaba al Gobierno. Así que esas mismas personas, de izquierdas y de derechas, me han visto bien y mal.

-¿Se ha sentido utilizado?

-Tampoco es eso. Hay ciertos nombres que dan más clics y las polémicas son maravillosas para eso. Tú haces algo sano, bonito o alucinante, y no sales en ningún lado, y de repente, sale una polémica inventada y se lía.

-¿Cómo ha llevado que se le desacreditase su información acerca del coronavirus, y que la gente dijese «ya está Iker con sus locuras»?

-He aprendido más que en toda mi vida. Me he visto envuelto en muchísimas polémicas. Hay una pieza en Origen que suena un poco ególatra, pero se ven las portadas que hablan de uno. En estos meses, como si fuera un monje reflexionando, he logrado entender que es muy difícil entrevistar a Adolfo García Sastre, y luego hablar de un ovni que vio un cazador en Burgos. En este programa hemos tocado todos los temas con la misma honestidad. Yo creo profundamente que existen misterios que no entendemos. He entendido que es difícil ser creído cuando uno tiene un magacín de misterio en el que casi todo cabe.

-Incluso una pandemia mundial.

-No entiendo por qué algunos consideran Cuarto milenio un programa de misterio. Será de lo desconocido o de lo asombroso, pero cabe todo. Y muchos se sorprendieron cuando empezamos con el tema del covid. No lo hemos tratado de forma especial, sino como siempre, porque creemos en el periodismo. ¿Podemos equivocarnos? Yo lo he pensado muchas veces. Si salimos con ese programa el 11 de febrero y no pasa absolutamente nada y es una pura gripe o menos, pues habría que decir que habíamos sido honestos, que habíamos hablado con las fuentes que nos daban rigor y prestigio, y adelante. Pero, por desgracia, hemos visto que se iba cumpliendo todo.

-¿Le gusta tener razón?

-¿Y a quién no le gusta tener razón? Claro, claro. Como a todo ser humano, me gusta tener razón y no equivocarme, pero realmente me gustaría no haberlo hecho. Nunca me había dolido tanto tener razón. Al final, uno es responsable de lo que dice y lo que hace, y, para mí, esto ha sido una auténtica universidad. He aprendido más que en la carrera.

-Se habla mucho del desconocimiento del virus. ¿Qué certezas ha extraído?

-Ahora está muy bien meterse con los negacionistas, pero al principio lo fueron casi todos. Lo que he pretendido es demostrar que era un virus que de normal no tenía no nada. Y eso lo conseguimos con un permiso, gracias al coronel Martín Otero, en un centro de investigación de nivel cuatro. Certeza 1: el virus existe. Certeza 2: el virus es diferente a todos los coronavirus. Certeza 3: o un miembro del laboratorio de Wuhan no salió con las garantías de cuarentena que debería haber tomado o trabajadores se infectaron recogiendo guano de murciélagos, que son una bomba de virus volantes.

-¿Cómo espera que evolucione?

-Yo estoy esperanzado en el sentido de que lo vamos a vencer, pero si la gente se alarma. Lo digo como lo siento, pero uno de los errores es que hay gente que no ha visto el horror de esto. Nos hemos vuelto de una piel tan fina que te llaman alarmista por decir verdades como esta. Contar la verdad nunca es alarmismo. He oído, y me da igual el partido, la comunidad, el gobierno estatal, que va a haber el 100 % de seguridad con la reapertura de los colegios. Eso quiere decir que o eres un necio, o no sabes cómo se transmite un virus. ¿Pero cómo puedes asegurar eso? El resumen es que este virus, que yo pensaba que iba a sacar lazos de nosotros, ha desnudado las vigas del sistema: nuestros horarios, trabajos, aficiones, relaciones. Pero a la gente no hay que taparla como a un rebaño.