La realidad de los hosteleros de Lugo: «El viernes mandé al ERTE a mis 13 empleados»
SOCIEDAD
![Suso Diaz, al frente de la Cook, tiene 13 empleados que irán al ERTE el viernes](https://img.lavdg.com/sc/GzZXAn7kbWgZy1ck8wKbApdneZg=/480x/2020/11/04/00121604516402944220344/Foto/LN5C2F1_19581.jpg)
«Invertí más de 50.000 euros en acondicionar la terraza para que ni eso nos dejen utilizar», asegura el propietario de otro restaurante lucense
07 nov 2020 . Actualizado a las 13:43 h.Los trece empleados que trabajan en la Cook, un negocio ubicado en la plaza de Augas Férreas de Lugo, fueron a ERTE el viernes. Así lo explica el gerente de este local, Suso Díaz. «Pechar é unha decisión demasiado drástica. Isto é unha ruína, estámonos endebedando para moitos anos e eu, este 2020, sei que vou perder miles de euros», comenta el empresario, que también reivindica que los contagios en el sector son «residuales» y se producen en locales que no cumplen la normativa. Díaz no comprende que no se permita el servicio en las terrazas, «nas que invertemos moito diñeiro».
Las sensaciones para muchos hosteleros como Suso son muy pesimistas: «Morreremos de fame, están xogando ca forma de vida de moitas familias e parece que só valemos para pagar impostos pero cando precisamos axudas, como é o caso, non aparece ningunha», comenta. Además, en la Cook trabajaban hasta hace pocos meses un total de 24 personas.
«Invertí más de 50.000 euros en acondicionar la terraza para que ni eso nos dejen utilizar»
![Jorge Figueroa, del restaurante O Castelo, defiende que los bares deberían seguir trabajando en la terraza](https://img.lavdg.com/sc/9xKcJT4w2kt3fOtBHAAkuZ6Vcoo=/480x/2020/11/04/00121604521081958842152/Foto/LN5C8F1_211557.jpg)
Las limitaciones aplicadas hasta ahora ya molestaban a los hosteleros, pero la decisión del cierre les parece «una vergüenza». Así la califica el gerente del restaurante O Castelo, Jorge Figueroa, que se siente «indignado». El hostelero defiende que podían seguir trabajando en las terrazas con total seguridad, ya que todos se estaban implicando en cumplir las medidas sanitarias. «Invertí más de 50.000 euros en estufas y mesas para que la terraza estuviera en condiciones para este invierno, pero ya ni eso», explica. Aun así, es una inversión que «no se va al garete». Para Jorge, el cierre es una medida desmesurada que no se corresponde con el riesgo que se corre al acudir a un bar. Defiende que el porcentaje de contagios con el que cuentan es mínimo y que no tiene sentido permitir que la gente trabaje en espacios cerrados, mientras que en los restaurantes los grupos se sienten de forma individual. «Yo me siento más seguro en mi local que en mi casa», asegura el hostelero. Figueroa tiene seis trabajadores que este mes harán comida para llevar, pero tiene «suerte» porque ya no tiene que pagar alquiler y cuenta con unos buenos asesores. «Lo que más pena me da son los compañeros que están peor que yo». Además, este profesional denuncia que la APEHL no está defendiendo correctamente sus necesidades.