«Cada barco es un mundo»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA

SOCIEDAD

Martina Miser

Pepe Garrido, junto con sus hermanos Carlos y Fabián, son la quinta generación al frente de los Astilleros Garrido de O Grove. Acutalmente, el 80 % de su carga de trabajo lo copa la náutica deportiva

24 feb 2021 . Actualizado a las 08:19 h.

Fue a mediados de 1800, en el siglo XIX, cuando Manuel Garrido Otero empezó a construir chalanas, chalupas y gamelas en un galpón situado a escasa distancia del puerto de O Grove. «Somos la quinta generación», remarca Pepe Garrido, tataranieto del fundador de lo que hoy son los Astilleros Garrido y un claro exponente, junto con sus hermanos Carlos y Fabián, de lo que son los carpinteros de ribera —un cuarto optó por no seguir la tradición familiar—.

«Cuando empecé a trabajar hacíamos prácticamente solo barcos de trabajo, tanto reparación como construcción, principalmente auxiliares de batea y pesqueros, pero hace más de treinta años comenzamos a meternos en el mundo la náutica deportiva. Ya hicimos algunos veleros, algunas lanchas, embarcaciones tradicionales. Ahora casi el 80 % de nuestro trabajo es práctica deportiva», alude el mayor de los hermanos para explicar la evolución que ha experimentado este sector. En este punto, explica que «en la carpintería de ribera, desde un tiempo para acá, son astilleros pequeños, igual, entre dos y quince obreros». En su caso concreto, la plantilla la conforman, en la actualidad, cinco operarios.

Si se le pregunta por lo más complicado, su respuesta es contundente: la burocracia. «El trabajo —apunta entre risas— no tiene complicación una vez sabes lo que hay que hacer». No obstante, reconoce que «todo lo que hacemos es diferente, cada barco es un mundo, pero complicado... No sabría contestar».

El hecho de que la náutica deportiva cope la mayor parte del trabajo de los Garrido va en paralelo con el auge que están teniendo estas embarcaciones, al margen de que, como aclara, «no hay mucha gente por aquí que se dedique a ello. Hacemos, sobre todo, restauraciones, cubiertas de teca, algo de interiorismo... construcciones, pocas, aunque ahora mismo estamos haciendo un barco para un ayuntamiento de Cataluña, una réplica de un bote salvavidas de 1850».

Esto les lleva a estar en contacto con buena parte de los clubes de embarcaciones tradicionales, ya no solo de la provincia de Pontevedra, sino de toda Galicia. De hecho, Pepe Garrido fue el fundador de Amigos da Dorna Meca, asociación que recuperó A Meca, «una dorna xeiteira propia de este pueblo y que se caracterizaba porque tenía la proa más lanzada, llevaba tapas de regala. Eran diferentes, eran dornas grandes, de unos cinco metros y medio, y se dedicaban a la pesca de sardina. Desaparecieron en los años sesenta, más o menos, y las recuperamos a finales de los noventa».

En Astilleros Garrido recuerdan cómo en el 2002 el rey emérito se desplazó a sus instalaciones interesándose por la construcción de los galeones gemelos Silma y Sanxenxo, visita que se reproduciría hace escasos años. Asimismo, hace unos meses A Boureante, una de las pocas, sino la única buceta que navega por la ría de Pontevedra y propiedad del Clube Mariño A Reiboa, de Combarro (Poio), recuperó todo su esplendor original, mientras que más recientemente estuvieron trabajando en el galeón Luisa, de la misma asociación.