Más de 200.000 niños sufrieron abusos sexuales en Francia por parte de sacerdotes católicos desde 1950
SOCIEDAD

Tras la investigación, se ha identificado a entre 2.900 y 3.200 religiosos pederastas
06 oct 2021 . Actualizado a las 10:22 h.La Iglesia católica francesa albergó, al menos, 330.000 casos de abusos o violencia sexual sobre menores o personas vulnerables desde 1950, según una comisión independiente que en los últimos tres años ha investigado ese fenómeno y que ha identificado a entre 2.900 y 3.200 religiosos pederastas.
A través de cientos de entrevistas con víctimas y del análisis de los archivos eclesiásticos de las diferentes diócesis del país ha emergido un panorama desolador para la Iglesia católica, «muy superior a lo esperado», según reconoció el presidente de la Conferencia Episcopal francesa, Éric de Moulins-Beaufort.
Pero su institución estuvo en el punto de mira del informe, acusada de haber mirado para otro lado, de no haber tomado en serio las señales de alarma y de haber tratado de cubrir a los clérigos pederastas, según el presidente de la comisión, Jean-Marc Sauvé.
Este último acusó a la Iglesia católica de «negligencias» y de no atender a las señales de alerta lanzadas durante años por las víctimas. Según su informe, se han identificado 216.000 víctimas de abusos o agresiones sexuales cometidos por clérigos, mientras que el resto, hasta los 330.000, fueron obra de laicos que trabajaban en ámbitos religiosos.
A diferencia de lo que sucede con los abusos en el resto de la sociedad, donde las niñas son las víctimas mayoritarias, en el caso de la Iglesia, el 80 % son niños de entre 10 y 13 años, señaló Sauvé.
La ratio de religiosos agresores ronda el 2,8 %, inferior a la de otros países que han investigado el fenómeno, como el 4,4 % registrado en Alemania o el 7 % de Estados Unidos. En todo caso, el presidente de la comisión habló de un fenómeno «masivo», reconoció que tanto las víctimas como los agresores identificados son «un mínimo» e instó a la iglesia a «pedir perdón» e indemnizar a personas que, en su mayoría, arrastran problemas importantes de comportamiento sexual y psicológico.
El presidente de los obispos franceses expresó su vergüenza por unos hechos que, «por su carácter, conmociona y por su número, abruma». Y el papa Francisco expresó su «gran dolor».