Cómo entiende un niño disléxico el mundo escrito de los otros

Maria Pedreda Corredoira
maría pedreda REDACCIÓN

SOCIEDAD

María Pedreda

Hoy se celebra el Día Internacional de este trastorno del aprendizaje

08 oct 2021 . Actualizado a las 18:31 h.

La dislexia consiste en una dificultad en la lectoescritura, según la Organización Mundial de la Salud. Lo sufre un 10 % de la población mundial. Esto supone más de 4,6 millones de españoles y 800.000 niños en las aulas de nuestro país, y se da a pesar de que quienes la sufren tienen una inteligencia normal o por encima de la media. Pero, ¿qué es exactamente y cómo afecta?

¿Qué es la dislexia?

Esther López, directora de La Asociación Gallega de Dislexia, Agadix, da las claves para entender la dislexia. Es un trastorno neurológico caracterizado por dificultades en la exactitud y automatización de la lectura y de la escritura. «Pueden verse afectados otros aspectos como la capacidad para seguir instrucciones, para realizar operaciones matemáticas o la lentitud en el procesamiento de la información, así como la desorientación», dice.

¿A qué edad se diagnostica?

Sobre los 7 ó 8 años, cuando la lectoescritura ya debe estar instaurada en el niño y aparecen entonces las dificultades que hacen que parezca que no está al nivel del curso. Si se espera más tiempo, el niño podría sumar ansiedad, depresión o irritabilidad que aumentaría el problema aún más.

¿Cómo se debe actuar?

El departamento de orientación del centro debe tomar medidas ordinarias y hacerle una evaluación al niño y, posteriormente, derivarlo a un psicopedagogo.

El profesor es clave para la detección de la dislexia y puede adoptar decisiones que compensen las debilidades sin que el alumno se sienta discriminado. Se puede adaptar la forma de hacer los exámenes, darle más tiempo para acabar tareas o pruebas, ya que la forma de estudiar que está implantada en el sistema educativo se basa en la escritura, en la lectura y en la memorización, lo que hace aún más complicado el aprendizaje a un alumno con dislexia.

Se necesita el trabajo colaborativo de los otros alumnos, y explicar con normalidad el problema en clase basándose en la la diversidad.

¿Cuál es el papel de los padres en el tratamiento de la dislexia?

Los padres son fundamentales desde el principio. Tienen el papel más importante que es darle apoyo y normalidad. Son los que más tiempo invierten en ayudar a sus hijos y soportan bastante carga emocional. «Desde la asociación asesoramos a las familias y a los profesionales de la educación sobre este trastorno del aprendizaje y cómo actuar en cada paso», explica Esther López.

¿Son útiles las herramientas informáticas?

Son muy útiles y mejoran la lectura, escritura, las competencias matemáticas y la orientación, pero deben tener a alguien que les ayude a utilizarlas, y aquí de nuevo entra el papel fundamental de los padres y de los profesores.

Una ayuda más familiar y cercana

El Servicio de Atención Temperá de Bergondo, Abegondo e Carral, de la provincia de A Coruña, hace dos años que ofrece ayuda para buscar el tratamiento, la prevención y la orientación con el objetivo de dar respuesta a los niños de 0 a 6 años, que presentan trastornos en su desarrollo o que tienen riesgo de padecerlo. Y para ello se realizan acciones planificadas por un equipo de profesionales ayudando al buen desarrollo del niño o la niña.

Isabel Manteiga, técnico de servicios sociales del Concello de Abegondo y responsable del servicio, cree que la cercanía y el contacto con la familia es fundamental para la detección y ayuda en las edades más tempranas y asesorar e informar a los padres en el tratamiento de sus hijos.

Iago Sánchez García, estudiante de 1.º de la ESO

Iago tiene 12 años y está estudiando 1.º de la ESO. Empezó muy pronto a notar que tenía dificultades para entender palabras, escribir y leer. En los primeros años de primaria sus padres empezaron a notar que algo pasaba.

¿Sabrías explicar lo que te pasa?

—Tengo dificultades para leer y entender palabras. La ortografía es lo que más me cuesta, no entiendo algunos significados y en inglés meto palabras en castellano. En matemáticas cambio los números y suelo hacer mal las operaciones. También tengo problemas con la orientación.

¿Te ayudan en el colegio?

—Al principio no me hacían mucho caso, decían que ya me saldría y que tenía que centrarme. Pero en 3.º mis padres consiguieron que me viera un logopeda y un psicólogo y empecé a mejorar. Algunos profesores deberían estar más preparados para saber si un niño tiene problemas como yo y ayudarnos.

¿Cómo te sentías tú?

—Yo al principio me enfadaba cuando no entendía como los demás. Mis compañeros se metían conmigo cuando decía mal las palabras, pero es que ellos tampoco sabían que era disléxico. Con la logopeda aprendí a no enfadarme y a ser constante y trabajar para mejorar. Y a partir de ahí ya fue todo mejor.

¿Qué consejo le darías a otro niño que tenga tu mismo problema?

—Bueno, en primer lugar a los padres les diría que cuando noten que su hijo tiene problemas para escribir o leer, que pidan ayuda cuanto antes, como hicieron mis padres, porque cuanto antes se detecte, antes podrá mejorar. Y a los niños les diría que no tengan vergüenza por decir lo que les pasa y que nunca se escondan.