La incidencia del covid en Galicia llega a riesgo alto a dos semanas de Navidad

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

XOAN A. SOLER

La presión asistencial sigue baja, pero la ocupación de uci se ha sextuplicado en la comunidad

09 dic 2021 . Actualizado a las 14:33 h.

Con 331 casos por cien mil habitantes en los últimos 14 días y 195 en los últimos siete, la incidencia acumulada del coronavirus entra en riesgo alto según la nueva batería de indicadores aprobada por el consejo interterritorial. Desde el inicio de la sexta ola el ritmo de transmisión se ha multiplicado prácticamente por 25 y la tasa de positividad es siete veces más alta. Galicia vuelve a vivir una evolución semejante a la de la quinta ola, creciendo en contagio por encima de la media de España (290 y 160 casos por cien mil a 14 y siete días) pero manteniéndose todavía dentro de unos márgenes razonables en lo que a presión asistencial se refiere. Hay en estos momentos 251 personas ingresadas, 35 de ellas en cuidados intensivos, y la cifra de críticos lleva cuatro días manteniéndose inalterada.

Eso significa que la tasa de ocupación es del 4,4 % y que hay 1,2 ingresos en cuidados intensivos por cien mil habitantes en Galicia. Es decir, la presión sobre las ucis gallegas se ha multiplicado por seis desde el inicio de la sexta ola (la fecha que se considera es la del 20 de octubre) pero sigue siendo inferior a la media estatal, en la que se ha doblado durante la misma horquilla temporal. El conjunto de España partía de una situación peor (un 4,8 % de ocupación de camas de críticos y 0,9 ingresos por cien mil habitantes) y en lo que va se sexta ola pandémica ha multiplicado por seis la incidencia.

La situación de partida de Galicia era de incidencias de 14 y siete casos a dos y una semana, respectivamente, y apenas el 1 % de las pruebas que se realizaban eran positivas, la tercera parte del porcentaje de seguimiento que usaba el Sergas, del 3 %. Además, la ocupación de uci estaba en el 0,7 % y había apenas 0,2 ingresos por cien mil habitantes.

A día de hoy, las cifras de presión asistencial, aunque muy superiores a mediados de octubre, siguen en riesgo bajo, tanto en uci como en planta. Hay 216 personas ingresadas en hospitalización convencional, lo que supone una ocupación total de menos del 3 % de la capacidad asistencial y 9 ingresos por cada cien mil habitantes, ambos indicadores en riesgo bajo según el nuevo semáforo covid.

La tasa de hospitalización se mantiene en los mismos niveles de la quinta ola, la primera en la que la población más vulnerables estaba inmunizada: entran en el hospital alrededor del 3 % de las personas que se infectan de covid-19 y menos del 1 % necesitan cuidados críticos. También se ha reducido la cifra de fallecimientos, con 42 desde el 20 de octubre. El Sergasno notificó ayer nuevas víctimas, con lo que desde el inicio de la pandemia han fallecido 2.690 personas. Hoy hay 9.564 casos activos en Galicia, 536 más que en la jornada anterior, y más de la mitad se concentran en dos áreas sanitarias: Vigo (2.880) y Ourense (2.386). Lo mismo ocurre con el número de diagnósticos diarios, que ha vuelto a remontar hasta superar de nuevo los 800. La transmisión es muy superior en el sur, con buena parte de los nuevos positivos también en las áreas de Vigo y Ourense.

El puente, variable clave

Los contagios crecen y de manera explosiva. A la vista de la situación, el subcomité clínico se reúne este viernes para analizar los datos de evolución de la pandemia y no se descarta implantar nuevas medidas para frenar el avance de la sexta ola, apenas un par de semanas antes de la Navidad. Sobre la mesa estarán los primeros datos posteriores a este puente —aunque la incidencia real de la interacción social de estos días no se plasmará del todo hasta la próxima semana— que es una de las variables que pueden cambiar el ritmo de evolución de la pandemia, junto con el comportamiento de la variante ómicron.

Hay dos escenarios posibles: el primero, más optimista sobre la influencia de la responsabilidad colectiva este puente, prevé una caída en el ritmo de transmisión hacia la tercera semana de diciembre y otro más pesimista, en el que el ritmo de transmisión seguiría incrementándose hasta finales de año o incluso principios de enero.