Piden una mejor alimentación en el Clínico de Santiago para pacientes de quimioterapia

j. gómez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

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Están hasta 10 horas en el hospital y ven insuficiente la que les sirven, una situación que se agravó con la pandemia

14 ene 2022 . Actualizado a las 22:23 h.

Quienes reciben quimioterapia en el hospital de día de oncología del CHUS pasan hasta 10 horas en el Clínico. Llegan por la mañana y, antes del tratamiento, deben realizar análisis y pasar consulta. En todo ese tiempo les ofrecen también alimentación, que parte de las personas consideran insuficiente y piden que se mejore. Es el caso de María, a quien la semana pasada le sirvieron un zumo de frutas envasado, un plátano, un yogur y un bocadillo de jamón cocido; y atribuye esta frugalidad a los recortes. Paco, otro paciente, dice que a veces les ofrecen a mayores algo de merienda.

No es un problema generalizado, pues hay personas que tardan menos horas; o que son de Santiago o viven cerca y tienen más facilidad para comer tras salir del hospital. Pero si es un problema que se comenta de forma recurrente, afirma Montse Recalde, de la Asociación de Usuarios do Servizo de Oncoloxía do CHUS (AUSO-CHUS). «Tamén se nota que os alimentos que se ofrecen non sempre son os máis apropiados para unha boa nutrición, pois hai carnes vermellas ou azucres innecesarios en iogures ou zumes envasados», dice. Hay menús especiales para diabéticos y, si alguien tiene hambre y lo pide, es habitual que le ofrezcan otro bocadillo, agrega.

El problema se acentuó con la pandemia del covid. Aunque hay tiempo de espera durante la jornada, que los pacientes pueden aprovechar para consumir en algún establecimiento próximo, el miedo al contagio del coronavirus desanima a acudir a ellos. Además, por las exigencias de guardar la distancia y evitar contactos, pasan más tiempo en aislamiento y resulta más complejo poder acercarles alimentos.

Fernando Abraldes, de la Asociación de Pacientes e Usuarios del CHUS, afirma que no han recibido quejas últimamente sobre la alimentación, aunque sí hace algún tiempo relacionadas con la duración del tratamiento. En la delegación local de Asociación Española contra el Cáncer tampoco notan descontento por este tema, indica su presidente, Francisco Pais. Esta entidad ofrecía un carrito en el que servían un café o un té «pero se orientaba sobre todo a acompañantes de pacientes, para romper el hielo y facilitar que se comunicasen», afirma. Suspendieron esa atención a raíz de la pandemia.

La gerencia del área sanitaria mostró su sorpresa por esta queja sobre la alimentación. Afirma que en el CHUS se hace lo mismo que suele ser habitual en otros hospitales. Hay pacientes sensibles a tomar alimentos durante la quimioterapia, pues pueden vomitar; todos tienen tiempo para salir o para poder consumir algo que lleven de casa si lo estiman necesario; y si notan hambre pueden comunicarlo y se trata de buscar una solución. Pero es el tratamiento de una dolencia muy complicada, hay situaciones muy diferentes y complejas, según el tumor; o según el tratamiento, que debe estar adaptado para cada persona, también en la alimentación, indica.