El último informe Estado del Clima 2021 del programa Copernicus revela una situación de extremos, con sequías en el sur e inundaciones en el centro
23 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Un total de 207 milímetros en solo nueve horas o el equivalente de un mes de precipitaciones en un día. Estas cifras fueron registradas el pasado mes de julio, pero no son del sudeste asiático, muy acostumbrado a las lluvias torrenciales de la temporada de monzones. Son números recogidos en el centro de Europa, concretamente en Reifferscheid (Alemania) y Renania del Norte-Westfalia (Alemania). «El 14 de julio del 2021 se observaron cantidades de lluvia récord», resalta el Estado del Clima Europeo publicado por Copernicus, el sistema europeo de monitorización terrestre a través de satélites.
Un hecho que podría ser considerado puntual, pero que guarda relación con el estado de salud de la Tierra. El caos climático está batiendo todos los registros y cambiando el vocabulario para referirse a los datos de la hemeroteca. «Récord», «histórico» o «nunca visto» son algunas de las palabras que se cuelan en este informe de 2021 y que se resume en que «el Viejo Continente vivió el verano más cálido desde que existen registros, con un grado centígrado por encima de la media 1991-2020, según reflejan los expertos de Copernicus. El estudio se ha presentado coincidiendo con el Día de la Tierra.
Junto a ellos las lluvias torrenciales ahora han pasado a llamarse Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), lo que antes era gota fría. Aunque, climatólogos del Instituto de Biometeorología de Florencia van más allá y ya hablan de «monzones europeos». «Podríamos vernos obligados a añadir esta palabra a nuestro diccionario climático», dicen.
Más claro es Mauro Facchini, responsable de Observación de la Tierra en la Dirección General de Industria de Defensa y Espacio de la Comisión Europea: «En Europa ya se dan los fenómenos climáticos extremos». Los últimos doce meses son el mejor ejemplo: «fue un año de contrastes», aseguran los expertos de Copernicus.
El pasado 2021 registró unas temperaturas anuales en superficie solo dos décimas por encima de la media de 1991-2020, quedando fuera de los 10 años más cálidos. Sin embargo, la temperatura del mar se disparó hasta tocar registros no vistos desde principios de los 90. «Las temperaturas de la superficie marina en algunas zonas del Báltico se situaron en más de 5 grados por encima de la media». A ello se le sumó un sistema de bajas presiones de lento movimiento que viajó desde estas «inusuales» aguas cálidas, a las frescas tierras de Centroeuropa. Un cóctel perfecto que desató unas inundaciones históricas en Alemania y Bélgica.