«O encaixe é como ter un psicólogo»

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

Ana Rosa Lista combina las clases de encaje, la restauración de piezas y el diseño. Su proyecto más ambicioso es reproducir las puntillas de la ropa de las mujeres que fotografió Ruth Matilda Anderson

27 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ana Rosa Lista (Ames, 1968) apenas tuvo contacto en su infancia con el encaje y hoy pasea por todo el mundo con el oficio que le dan treinta años de estudio de todas las técnicas de palillado, las miles de horas con los bolillos y la lupa de hilos, pieza fundamental para asumir los diseños que le encargan y también para restaurar encajes que piden a gritos un milagro.

Su fórmula para conseguir reconstrucciones que consiguen arrancar las lágrimas a sus dueñas comienza por «admirar o traballo que xa fixo unha antepasada, porque o encaixe fala, conta unha historia que tes que entender para recuperala. E cando rematas un traballo e explicas o valor da peza, o que consegues é que a respecten, e así poderá conservarse».

Esta artesana, que imparte clases en su casa-escuela de Ortoño, la tierra que vio crecer a Rosalía de Castro, también atesora un amplio conocimiento histórico sobre todo lo que se esconde en los entresijos de un trabajo con los bolillos: «Pouca xente sabe que hai tradición de encaixes en todo o mundo, que xa os había no século XIV e que este arte estivo a piques de desaparecer na época de María Antonieta e nas dúas guerras mundiais».

«E o que facemos hoxe, con deseños máis contemporáneos, que non son nada comparables cos traballos dos séculos XVII e XVIII, serve para entender como chegamos aos nosos días», añade esta reputada palilleira que se ha impuesto como obligación que cuando alguien regale un encaje o lo reciba como obsequio sea consciente de que lo que tiene entre manos «son horas de traballo, de deseño e de arte». «Se eu teño que dar un cadro dos meus —Lista reproduce obras de arte y monumentos con técnicas de encaje non llo vou dar a alguén que non o entenda», afirma sin asomo de duda.

Con casi cuarenta años de bagaje, Lista está embarcada en ambiciosos proyectos. Uno que puede contar y que le quita tantas horas de sueño como alegría le da es la reproducción de los encajes que aparecen en las fotografías de hace un siglo con las que Ruth Matilda Anderson inmortalizó la Galicia de entonces.

«É arqueoloxía pura do encaixe», explica. Para reproducirlos puede utilizar el catálogo de diseños y plantillas que ha conseguido en su larga trayectoria profesional y también puede hacerlo a partir de la fotografía. «Hai que coller unha lupa de fíos e ilos contando e mirando as voltas. E todo iso pasalo a debuxo a man alzada ou a cuadrícula. E a partir de aí, pouco a pouco, ir recompoñendo a peza», explica.

Tanta exigencia supone para esta palilleira el mejor de los alicientes. «Cando colles os bolillos xa non colles outra cousa, todo é palillar e palillar», responde ante la pregunta de si el encaje engancha. En su caso, hasta el punto de convertir esta labor en su forma de vida. «Fíxome unha persoa máis tranquila e con moita paciencia», reconoce. Y gracias a esta combinación puede reproducir prácticamente cualquier diseño que se le ocurra o le planteen.

La pandemia le permitió estudiar mucho y palillar más, pero echó de menos impartir las clases que la llenan de vida desde hace años. Eso sí, confirma que a falta de comunicación interpersonal, el encaje y los bolillos la salvaron a ella y a sus alumnas: «O encaixe é como ter un psicólogo contigo. Para entreterse, traballar a mente e esquecer cousas é o mellor».

Investigación

Lista tiene catalogados la mayoría de los diseños de encaje de Galicia.

Docencia

Al interés por recuperar piezas históricas añade sus ganas de enseñar.