Los motivos por los que Luismi aún no ha sido expulsado de «MasterChef»

Mónica Pérez
M. Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Luismi, el bombero de «MasterChef»
Luismi, el bombero de «MasterChef»

El bombero es uno de los concursantes más polémicos de esta edición

14 jun 2022 . Actualizado a las 00:01 h.

De empeorar el mítico plato del «León come gamba» a robarse a sí mismo para estar en igualdad de oportunidades que sus compañeros. Y de esas «catástrofes culinarias» a brillar en las pruebas por equipos como el que más y salir airoso de las pruebas de eliminación con cierta facilidad.

Así es Luismi, el bombero de 35 años que es uno de los concursantes más irregulares de la presente edición de MasterChef. Y también de los más queridos y odiados por el público (y sus propios compañeros). ¿Cuál es el secreto para que Luismi siga semana tras semana en el concurso de cocina?

«Soy muy intenso. Mi madre me dice que cundo mucho», reconoce el propio concursante. Y es que su forma de cocinar y de actuar ha terminado por traerle problemas con sus propios compañeros. Una de ellas fue con Patricia, que reconoció que no le resultaba fácil trabajar con él. «Sé que es buen chico, no le deseo nada malo, pero me pone muy nerviosa, me altera mucho y a veces le pegaría. Eres agotador, muy agotador», aseguraba.

En uno de los últimos programas, Luismi, todo pasión y entusiasmo, terminó por se reprendido por sus compañeros del balcón por sus ánimos desmedidos a los que se jugaban la eliminación. «Aburres a las margaritas», le espetó Verónica. Eso sí, siempre intenta ser ecuánime y no perjudicar a sus compañeros. La bondad y la lealtad parecen su sello. De ahí nace uno de los momentos que más se le ha criticado: el de robarse a sí mismo.

Se trataba de la primera prueba de la noche, y él, como el mejor de la anterior, contaba con el beneficio de poder robar ingredientes a sus contrincantes junto a Claudia. Y Luismi aseguró que lo que quería es que todos tuviesen las mismas oportunidades, así que tras robar a los demás, se quitó de su cesta los mismos ingredientes. La cara de los jueces y de las dos invitadas, Carmina Barrios y Luna eran un poema, y tras un plato fallido, Pepe le advirtió: «¡Ya está bien! Luismi me tengo que enfadar contigo. Nunca hemos visto a nadie robarse a si mismo. Tienes que ir asumiendo que esto es una competición».

El plato del «Gato acostado»

En un programa anterior, los concursantes debían en una de las pruebas intentar mejorar uno de los platos peor ejecutados de la historia del programa. A Luismi le tocó, en principio, uno fácil. ¿Es posible empeorar el famoso León come gamba? Pues aunque la mayoría piense que no, el caso es que Luismi lo hizo realidad y eso que él mismo reconocía: «La verdad que todo juega a mi favor porque hacerlo peor es difícil». Los jueces le acusaron de no entender la prueba y no tomársela en serio. Y eso que como seguidor del programa conocía perfectamente la suerte que corrió Alberto de MasterChef 3.

«Gato acostado» fue el plato que presentó para probar y que dejó atónitos a los jueces y a la invitada, Silvia Abril.

«El problema está en que cuando este plato se presentó por primera vez no se hizo con la idea de crear un desastre. Más bien había ilusión y la intención de hacer algo bien. Pero, lo que acabas de presentar Luismi y tu forma de trabajar en las cocinas es imperdonable», le reprochaba Jordi Cruz.

El bombero aguanta cada uno de los chaparrones que busca en forma de bronca cuando parece estar a punto decir adiós a su paso por el programa. También cierto pitorreo que tanto jueces como compañeros, e incluso hasta los invitados, hacen de él. «El Luisma era tonto, pero Luismi no...», decía Carmina Barrios. Aunque muchos de sus compañeros se preguntan: «A lo mejor no es tan tonto y es todo una mentira», cuando se salva contra todo pronóstico.

Luismi mantiene el buen talante y la calma y pide que esperar al final, aún hay mucho que ver.