El diseñador presentó la colección Belleza Serena como aperitivo a la Mercedes Benz Fashion Week
14 sep 2022 . Actualizado a las 10:05 h.Cuarenta años de profesión permiten al diseñador Roberto Verino (Verín, Ourense, 1945) mantener los pies en la tierra y analizar las necesidades de la mujer y su evolución en la sociedad, lo que le permite crear piezas de «fondo de armario emocional», señas de identidad de la firma, puro estilo Verino. El diseñador gallego presentó este martes su colección Belleza Serena en el Hotel Madrid Edition dentro de Madrid es Moda, con una puesta en escena que condensó los 40 años de trayectoria que lo han convertido en un icono de estilo.
Su nueva colección nace con la intención de poner en valor prendas icónicas, explica en una entrevista con Efe minutos antes del desfile, donde la funcionalidad no esconda a una mujer sofisticada y sensual. «He sido un gran defensor de piezas que se han convertido en señas de identidad de la firma», apunta Verino. Recuerda que en sus comienzos la mujer estaba inmersa en un cambio social de «envergadura, buscando su emancipación, un momento en el que el traje era imagen de ese empoderamiento». Por ello los trajes han estado presentes en todas sus colecciones, «una manera de vestir con más libertad».
También los «trenchs» son otra de sus piezas estrella, bien como grandes abrigos o por encima de la rodilla, «prendas que buscan funcionalidad», una cualidad a la que el diseñador se confiesa entregado. A la colección no le faltan prendas de «calle sofisticada», con toques de lentejuelas, para una mujer que quiere «una imagen más sensual, que no sexual». «No me gusta provocar, me gusta insinuar», aclara el creador, con la intención de que «la imaginación te lleve», añade.
El desfile comenzó con una apuesta de color, otro de los puntos de inflexión de la colección, a modo de «estímulo que nos haga pensar que todo se puede superar». El diseñador gallego matiza que las propuestas que identifican el «estilo Verino» tienen que ver con un «fondo de armario emocional, porque hablan de vivencias y de personas que llevan el traje y no al revés».
Son prendas que confeccionadas con el ADN de la atemporalidad para «evitar el derroche, el usar y tirar. No nos lo podemos permitir», incide. Por ello, se concentra en el uso de materias primas que perduren en el tiempo, por no malgastar el material. Piezas con las que busca que «se le reconozca por las propuestas, no por mostrar la etiqueta». En definitiva, un estilo que enmarca en una ecuación: sencillez, funcionalidad y calidez con una intención clara de seducir a los sentidos, sorprender y emocionar. «Cuando lo consigues has dado en la clave para lograr a un público fiel», destaca. Un sencillez «que no tiene que ver con ser simple. Hay que mirar más allá».
Verino sonríe al admitir que le gusta vestir a hombres y mujeres para que «estén guapos para enfrentar los retos del día». «Quiero que las personas sean auténticas, que entiendan que vestir bien y sentirse bien es un plus. Nos tenemos que sacar el mejor partido». Reconoce que disfruta haciendo su trabajo y espera que la gente sea feliz con él. A pesar de que es un abanderado de su profesión, el primero de la clase adelantándose a forma de ventas y a la sostenibilidad, asegura que nunca lo pretendió.
Sí se siente orgulloso de que Verín, su pueblo, donde tiene su fábrica, sin tradición textil hasta entonces, supiera abrirse a la industria de moda, y reconoce que todo lo que ha logrado ha sido gracias a su familia.
Precisamente, hace menos de un año, su hija, Cristina Mariño, fue nombrada directora de la marca, pero falleció en agosto. Ella junto a Dora Casal eran las encargadas del proyecto empresarial. «Tenemos una empresa organizada y queremos dar continuidad a las iniciativas de Cristina, sus propuestas son muestra, junto a las Dora, de que estábamos alcanzando el éxito», señala.
Su intención -cuenta- es «proyectar su imagen y su valores para que su labor sea reconocida en el tiempo. Nos ha llenado de cosas buenas y bonitas, las tenemos que reconocer, no la olvidaremos nunca»,ha concluido emocionado Verino.