Un agricultor de Cuenca cultiva una calabaza de 304 kilos

J. M. L. CUENCA / COLPISA

SOCIEDAD

Luis intenta levantar la calabaza con unos amigos
Luis intenta levantar la calabaza con unos amigos CMMEDIA

Necesitó una grúa para poder moverla y sacarla de la finca

06 oct 2022 . Actualizado a las 17:20 h.

Cañete es un pequeño pueblo de la Serranía Baja de Cuenca que no llega a los mil habitantes. Sus vecinos están acostumbrados a vivir con tranquilidad y, a veces, con cierto aburrimiento porque casi nunca pasa nada. Esto ha sido así hasta ahora porque una calabaza de 304 kilos de peso se ha convertido en una atracción turística para el municipio.

Ha sido Luis, un agricultor del pueblo, el que se ha encontrado este milagro gastronómico en su huerto de la vega de Cañete. Cuatro meses ha tardado en lograr ese tamaño. «Hicimos un pozo bastante bueno y metimos basura de gallinaza y de oveja. Esto, revuelto, es una auténtica bomba», explica este agricultor que ha requerido la ayuda de varios vecinos para extraer la hortaliza de la tierra. Después ha habido que pesarla en una báscula y, para ello, ha sido necesario utilizar una grúa.

Bimba

Los vecinos están tan sorprendidos e ilusionados con el hallazgo que incluso han bautizado a la calabaza con el nombre de Bimba y se fotografían junto a ella en las puertas de la Hostería de Cañete, el hotel de este pueblo donde la hortaliza ha quedado expuesta para orgullo de los paisanos y sorpresa de los visitantes foráneos, que también acuden al pueblo para disfrutar de su naturaleza y su patrimonio histórico: los restos de un castillo medieval, una muralla islámica, dos iglesias del siglo XVII y una plaza mayor del XIV. Una calabaza de 304 kilos con la que podrían elaborarse cientos de platos de guiso de calabaza y garbanzos, flan de calabaza con canela, arroz meloso con calabaza y romero, estofado de ternera con calabaza y hierbas o bizcocho de calabaza y zanahoria.

En su espectacular crecimiento habrá influido la fertilidad de la vega de Cañete, bañada por varios afluentes del río Cabriel, de la que también salen otros productos locales como nueces, almendras, miel, quesos, mermeladas y membrillos. Vega por la que Juan Martín «el Empecinado» batalló contra la invasión napoleónica de 1808 y en la que nació a finales del siglo XVI Álvaro de Luna, que llegó a ser condestable de Castilla, gran maestre de la Orden de Santiago y valido del rey Juan II de Castilla. Nombres ligados a la historia de este pueblo habitado desde el Paleolítico Superior a los que ahora se suma Bimba.