Entrelaza el oficio y la creatividad artística: de su familia aprendió a trabajar el cuero y su formación en Bellas Artes la lleva a explorar los límites de la marroquinería a través de Jatafarta
14 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Puede esculpir la piel. Darle al cuero que trabaja volúmenes y líneas praxitelianas, que recuerdan a una escultura, aunque en realidad se trate de un bolso. Es capaz también de hacer alquimia. Porque en sus manos, el material transmuta. Y el cuero parece otro material distinto. Entre los dedos que mueve ágilmente Edita Rodríguez Oca se entrelaza una herencia de oficio, el de la marroquinería, que aprendió de su familia, y la formación en Bellas Artes. Sublimadas, ambas cosas han creado un proyecto como Jatafarta. Tradición actual. Investigación tradicional.
«Non deixo de experimentar e investigar con técnicas e materiais, probo constantemente cousas novas», afirma Rodríguez Oca, que aprendió viendo a su madre y empezó trabajando en el taller de su hermano —«el facía uns bolsos incribles e eu utilizaba os recortes de pel para facer pezas de pequeno formato, sobre todo bixutería», recuerda—. Al terminar la carrera, abrió una pequeña tienda en A Coruña, donde vendía «pezas de xoiería que mesturaban o coiro con pedras, prata e cristal». La tienda no duró mucho, pero la creatividad de Edita, sí. A los cuatro años abrió su propio taller en Santiago. Nacía entonces Jatafarta.
«Desenvolvo un oficio tradicional en canto á técnica se refire, é dicir, opero dende a artesanía, pero en canto ás decisións formais, funcionais ou estéticas, veñen dunha análise máis relacionada co campo da escultura e do deseño», explica. Por eso, cada vez que trabaja una pieza, olvida que es un anillo o una cartera o un espejo. «Intento buscar nelas relacións máis complexas, poñendo a miña atención máis aló do propio uso do obxecto, deslocalizándoo, reinventándoo e abrindo os seus significados».
Por eso, Jatafarta es mucho más que un taller de artesanía. Se acerca más a un laboratorio creativo. «Gústame xerar unha certa desorientación na mirada», reconoce Rodríguez Oca. Las cosas no son lo que parecen. O quizá parecen de otro material. «Por iso en ocasións traballo o coiro dunha maneira pouco ortodoxa, con técnicas doutras disciplinas, mesmo construíndo obxectos que habitualmente non se fan de coiro». Desafiando los límites, manteniendo el oficio pero convirtiéndolo en algo completamente nuevo.
«A artesanía é unha alternativa a este consumo desenfreado», responde Edita Rodríguez Oca a si vuelve a haber cierto aprecio por las piezas únicas. «Hai que consumir menos e mellor e os produtos artesanais son unha boa opción» por varios motivos: «pola calidade, pola exclusividade, pola sustentabilidade» y también por la relación que se establece con los objetos.
¿Cómo se sobrevive en la era de los gigantes de las compras online? «Internet, para os pequenos proxectos, é unha boa opción. No meu caso permíteme vender sen alterar o ritmo do taller» a través de jatafarta.com, aunque nunca ha renunciado a participar en ferias, pop-ups y otro tipo de eventos, porque hay clientela que necesita «ver o produto en directo, probalo, tocalo e incluso ver como está feito», explica la creadora de Jatafarta.
Nuevas tecnologías
Para el corte del cuero, Edita R. Oca utiliza tecnología láser y corte por control numérico; y para la fabricación de complementos, como hebillas o cierres, se sirve de la impresión 3D.