«Galicia, 1941» la borrasca más profunda desde que hay registros

SOCIEDAD

El ciclón extratropical que azotó la comunidad reunía lo peor de Hortensia y de Klaus

13 mar 2023 . Actualizado a las 14:07 h.

La Unión Europea investiga y registra el cambio climático a través del servicio Copernicus. Un programa científico que estudia el clima del pasado, presente y futuro del continente. Los registros históricos se remontaban hasta 1959. Sin embargo, acaba de ampliar su archivo climatológico hasta 1940 para incluir un evento meteorológico que tenía que estar en la base de datos dado su impacto. Se trata de la borrasca que se formó en febrero de 1941. Un ciclón extratropical que tiene el récord de baja presión en la Península y que se situó frente a la costa de Galicia. Un temporal más devastador que los míticos Hortensia y Klaus, pero menos conocido.

La historia de esta borrasca sin nombre comenzó el 13 de febrero de 1941. Ese día sobre el Atlántico oriental había un enorme sistema de bajas presiones. El centro de acción estaba al oeste de Irlanda, pero su radio de influencia llegaba hasta las Azores. La interacción entre el aire frío del norte y el cálido de origen subtropical permitió que se formara un sistema de bajas presiones secundario sobre el archipiélago portugués, con una presión que sus primeras horas de vida era de lo más discreta, en torno a los 990 milibares.

Pero esa nueva borrasca empezó a moverse en dirección hacia la Península al mismo tiempo que se iba organizando y perdiendo presión en su centro de manera explosiva. 48 horas después se había transformado en un potente ciclón de 955 milibares. Son cifras propias de un huracán de categoría 3 y, lo más importante, tenía su centro de acción sobre Fisterra. En A Coruña los vientos que soplaban de forma constante alcanzaron los 110 kilómetros por hora.

Aquella borrasca reunía lo peor de Hortensia y de Klaus. A menudo, los daños que genera un ciclón dependen más de su posición que de la presión mínima. Por ejemplo, la presión mínima central de Hortensia era de 985 milibares, bastante discreta, pero como se posicionó lo suficientemente cerca de la comunidad generó caos y destrucción. Klaus fue un ciclón un poco más profundo y que también pasó muy cerca de la costa norte. Esto permitió que se midiesen rachas de viento por encima de los 200 kilómetros por hora. La borrasca de 1941 pasó más próxima que Hortensia, atravesó literalmente la costa gallega, y tenía una presión menor que la de Klaus.

Además, esa borrasca provocó en Santander uno de los eventos meteorológicos más graves de la historia de España. Un episodio que guarda cierta relación con el desastre que generó la visita del huracán Ophelia en octubre del 2017 por las terribles consecuencias que generó la combinación de viento y fuego. La ciudad cántabra nunca ha sido la misma después de aquel fatídico 16 de febrero de 1941. El fuego comenzó por un cortocircuito en una vivienda, pero los fortísimos vientos sostenidos del sur ayudaron a propagarlo por la toda la ciudad, que en cuestión de horas era pasto de las llamas. No se salvó ni siquiera el edificio del ayuntamiento o la iglesia principal. El incendió permaneció activo en algunas zonas hasta quince días. Unas diez mil personas se quedaron sin hogar y la reconstrucción se prolongó durante veinticinco años.