El papa Francisco, dispuesto a renunciar cuando el cansancio le impida «ver las cosas con claridad»

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SOCIEDAD

DPA vía Europa Press | EUROPAPRESS

A tres días para que se cumpla el décimo aniversario de su pontificado, Francisco no descarta revisar el celibato porque «esta es una iglesia de pecadores»

10 mar 2023 . Actualizado a las 16:10 h.

El papa Francisco afirmó que renunciaría sólo en el caso de que el cansancio le «impidiese ver las cosas con claridad» o por un problema físico, en una entrevista que emitirá la Radio Suiza a pocos días del décimo aniversario de su pontificado y que adelantaron este viernes los medios italianos.

«Un cansancio que no te hace ver las cosas con claridad. La falta de claridad, de valorar las situaciones. Incluso el problema físico, puede ser», afirma el papa sobre la posibilidad de renuncia al pontificado como hizo Benedicto XVI.

Y sobre ello asegura que pregunta a gente que le conoce o a «cardenales inteligentes» cómo van las cosas y que por el momento le dicen «que va bien» y les pide: «Pero, por favor: gritad a tiempo», para que le avisen cuando vean que algo no funciona.

Francisco ya adelantó en una entrevista al diario español ABC que había dejado escrita una carta de renuncia, como ya hicieron en el pasado otros pontífices, en el caso de un grave problema de salud.

A la pregunta de cuánto ha cambiado después de diez años de pontificado, Francisco responde: «Soy viejo. Tengo menos resistencia física, lo de la rodilla fue una humillación física, aunque ya está sanando bien», pero que al inicio le daba «un poco de vergüenza» tener que usar la silla de ruedas.

Afirma que actualmente estamos viviendo una Tercera Guerra Mundial pues «comenzó a trozos, pero ahora nadie puede decir que no es global. Los grandes poderes están todos enredados. El campo de batalla es Ucrania. Todos luchan allí. Esto sugiere la industria de las armas. Se combate la guerra, se venden armas viejas, se prueban otras nuevas».

Sobre qué le diría al presidente ruso, Vladimir Putin, si pudiera encontrarlo señala: «Le hablaría claramente como hablo en público. Es un hombre culto».

«El segundo día de la guerra estuve en la embajada rusa ante la Santa Sede para decir que estaba dispuesto a ir a Moscú con la condición de que Putin me dejara una ventana para negociar. Lavrov me escribió agradeciendo, pero no es el momento. Putin sabe que estoy disponible. Pero allí hay intereses imperiales, no sólo del Imperio Ruso, sino de otros imperios. Es propio del imperio poner en segundo lugar a las naciones», añadió.

Respecto a Europa destaca que «ahora mismo tiene muchos políticos jóvenes, jefes de gobierno o ministros» y que siempre les dice que dialoguen entre ellos. «Ese es de izquierda, tú eres de derecha, pero eres joven, habla. Es el momento del diálogo entre los jóvenes», subraya.

A la pregunta de cómo se imagina el más allá después de la muerte admite: «No puedo imaginarlo. no sé qué sera. Sólo pido a la Virgen que esté a mi lado».

Celibato

En otra entrevista al medio argentino Infobae, Francisco explicó que el celibato en la iglesia occidental es una «prescripción temporal» y ha recordado que los sacerdotes de la Iglesia oriental están casados y tienen hijos, al tiempo que ha asegurado que «no hay ninguna contradicción para que un sacerdote se pueda casar». Además, apunta que el celibato puede «llevar a un machismo».

«El celibato en la Iglesia occidental es una prescripción temporal: no sé si se resuelve de un modo o de otro, pero es provisoria en este sentido; no es eterna como la ordenación sacerdotal, que es para siempre, te guste o no te guste. Que dejes o no dejes es otro tema, pero es para siempre. En cambio, el celibato es una disciplina», subraya.

Preguntado por si daría la comunión a una persona homosexual ha respondido: «La gran respuesta la dio Jesús: todos. Todos. Adentro todos. Cuando los exquisitos no quisieron ir al banquete: vayan ahí al cruce de caminos y llamen a todos. Buenos, malos, viejos, jóvenes, chicos: todos. Todos. La iglesia es para todos. Y cada uno resuelve sus posturas ante el Señor con la fuerza que tenga. Esta es una iglesia de pecadores. La iglesia de santos no sé dónde está, acá somos todos pecadores. ¿Y quién soy yo para juzgar a una persona si tiene buena voluntad?».

El pontífice también se ha referido a los divorciados y ha asegurado que ante la posibilidad de comulgar no se puede reducir una «situación humana a una preceptiva». «Aconsejo a los matrimonios separados que vayan a su obispo, que vayan y le presenten su situación», ha instado tras recordar cómo Benedicto XVI dijo en varias ocasiones que gran parte de los matrimonio en la actualidad son «inválidos» por falta de fe.

De esta manera, critica que el matrimonio sea interpretado más bien como «una recepción social y no como un sacramento». «Cuando los jóvenes estos dicen 'para siempre', anda a saber qué entienden por 'para siempre'. Mientras dure el rollo, no sé», añade para defender un catecumenado para el matrimonio.

Al borde del cisma

Francisco admite también que existen resistencias a su Pontificado «como una actitud de autodefensa ante cualquier novedad» pero ha manifestado que «sospecharía de decisiones en las cuales no hay ninguna resistencia». Y sobre todo critica las que llevan al «borde del cisma» porque «eso es lo feo».

«Por ejemplo, el caso de algún obispo americano, uno muy conocido, que fue nuncio. Uno no sabe si ese hombre es católico o no es católico, está ahí en el borde. Esas resistencias mal manejadas. En la iglesia desde el inicio hubo resistencias», apunta.