La escritora que relata su intento de suicidio en un poemario abrumador

Toni Silva BERGONDO / LA VOZ

SOCIEDAD

MIGUEL MIRAMONTES

Soraya Castro, de 23 años, publica «Cinzas», su antes y después de aquel día

11 jun 2023 . Actualizado a las 16:33 h.

Un tatuaje destaca sobre el resto en la piel de Soraya. Es una lápida con una fecha de enero del 2019, el día que decidió acabar con su vida. «Tireime pola fiestra dende un terceiro e rompín o pescozo», relata esta joven de 23 años, a quien le gusta explicar su vida y sus sufrimientos sin eufemismos. «Sempre deixo á xente un pouco abraiada», reconoce. Tras el paso por la uci y varios meses en tratamiento de medulares, hoy Soraya convive con su tetraplejia y su silla entre su casa de Moeche y el CPAP de Bergondo siguiendo un programa de autonomía personal. Habla de enfermedad mental para explicar aquel proceso, el miedo a relacionarse con la gente, que la llevó incluso a dejar sus estudios de Historia del Arte en Santiago a los pocos meses de empezar.

Pero Soraya ha sabido convertir en un punto de inflexión y una nueva oportunidad aquel salto al vacío del 2019. Lamenta las nuevas barreras físicas, pero asegura haber desatado buena parte de los nudos emocionales. «Estou máis calmada, sosegada, centrada, sobre todo desde que entrei no CPAP e vexo a vida dunha forma distinta», explica Soraya, a quien también debemos referirnos como escritora o poetisa.

Acaba de publicar Cinzas, un recopilatorio de poemas escritos entre el 2017 y el 2022, es decir, antes y después de la fecha de la lápida tatuada. Con una separata titulada Post mortem, Soraya hace un guiño al lector para explicarle que los versos que siguen a esas dos palabras fueron escritos en su nueva etapa vital. Como estos: «Compoño versos / coas ruínas da vida / que fun facendo / que me tocou / que me arrastrou / que se me sacudiu / e me volve deixar inmóbil / coa podredume / do que sempre foi / unha mente belicosa». Pero hay mucho más tormento y catarsis en la primera parte, cuando Soraya huía de su infelicidad y da cuenta de sus pretensiones: «Mátame a espera / afógame o tempo / un nó na gorxa / un paso en falso / e outra nova historia».

Cada poema es un golpe a alguna víscera del lector. Soraya Castro escribe «desde que souben escribir». Ni siquiera en las primeras horas tras recuperar la consciencia en el hospital pudo parar. «Alí ditáballe os poemas á miña nai». Su madre y su padre también están presentes en la obra, en positivo, con emotivos agradecimientos. «Sempre fun unha nena de papá e mamá, pero desde que me pasou isto son os meus mellores amigos, a mellor familia que me puido tocar». Soraya recalca esta idea en varios momentos de la entrevista. Cinzas no deja indiferente a nadie. La reacción de los primeros lectores ha sorprendido a la autora, que recurrió a una autoedición. «Encarguei 50 libros e dixen “malo será que estes 50 non os venda no que me queda de vida”, a alá foron na primeira semana». La venta es a través de sus redes sociales.

¿Cuáles son las referencias literarias de Soraya Castro? «Rosalía, Manoel Antonio, e Lois Pereiro. Tamén Lupe Gómez. E das contemporáneas Branca Trigo, que me fixo as corrección do libro, e un rapaz que firma nas redes como Samuel Merino».

Volverías facelo, Soraya?

Non. Sigo tendo momentos malos ou moi malos, pero cada vez son menos. Aínda que sigo sendo nihilista e existencialista agora teño unha actitude máis positiva ante a vida.

Con 23 años imagina su futuro laboral como telefonista, «porque sería o máis sinxelo para min». Pero la calidad de estos versos que acaban de ver la luz y la reacción del público también le permiten soñar con dedicarse a la escritura. De momento, va a saldar algunas cuentas pendientes con el pasado. «En setembro retomarei os estudos de Historia da Arte pola UNED».