Así fue el rifirrafe público entre Elon Musk y Donald Trump que ha dinamitado por completo los puentes entre ambos

Paulino Vilasoa Boo
P. VILASOA REDACCIÓN

INTERNACIONAL

Elon Musk y Donald Trump, en su última comparecencia juntos
Elon Musk y Donald Trump, en su última comparecencia juntos ZUMA vía Europa Press | EUROPAPRESS

El dueño de Tesla ha acusado al presidente de ocultar su presencia en los papeles de Epstein, mientras el mandatario estadounidense amenazaba con terminar todos los contratos públicos con sus empresas

06 jun 2025 . Actualizado a las 17:51 h.

A Donald Trump y a Elon Musk se les han acabado los días de vino y rosas. Muy lejos quedan aquellos tiempos en los que el dueño de Tesla decía públicamente eso de «Amo a Donald Trump tanto como un hombre heterosexual puede amar a otro hombre». Porque, como diría la gran Rocío Jurado, a los dos multimillonarios se les acabó el amor de tanto usarlo. Era cuestión de tiempo. Pero la cosa, que podría haber acabado —y así lo parecía— de forma mínimamente amistosa, se ha precipitado en solo unas horas hasta el punto de dinamitar todos los puentes entre ambos.

El rifirrafe que acabó por terminar de manera aparentemente irreversible la relación entre el dueño de Tesla y el presidente estadounidense se detonó por una pregunta. Uno de los periodistas presentes en el encuentro entre Trump y el canciller alemán, Friedrich Merz, quiso saber la opinión del mandatario estadounidense sobre las recientes críticas de Elon Musk a su proyecto de ley, que incluye fuertes recortes tanto en gastos como en impuestos.

«Mira, Elon y yo hemos tenido una gran relación, pero no sé si la volveremos a tener nunca más», respondió Trump, «me sorprendió, porque tú y todos los demás —dijo refiriéndose a los periodistas— estabais aquí cuando tuvimos esa maravillosa despedida en la que dijo cosas maravillosas sobre mí. No podría haber sido más majo, dijo las cosas más agradables que se podían decir».

A continuación, se refirió a lo que él veía como el principal problema con su excolaborador y ahora adversario: «Elon está molesto porque retiramos las ayudas a los coches eléctricos, que suponían una enorme cantidad de dinero para ese tipo de vehículos, que ahora están pasando por un mal momento. Y quieren que les paguemos miles de millones de dólares en subsidios», declaró el presidente.

Trump se escudó en que Musk sabía en todo momento que esto iba a pasar, ya que el proyecto de ley incluyó siempre el recorte a las ayudas al automóvil eléctrico. «Eso ha estado ahí desde el principio, nunca ha cambiado. Elon lo sabía y nos apoyó en todo momento», aseguró.

Musk estaba mirando muy atentamente la comparecencia de Trump, y no esperó para dar su opinión en redes sociales sobre la norma que quiere aprobar el presidente. «Vale, pues mantened los recortes a los incentivos para vehículos eléctricos y solares en el proyecto de ley, aunque no se toquen los subsidios al petróleo y al gas (¡cosa que es muy injusta!), pero eliminad esas porquerías repugnantes en el proyecto de ley. En la historia de la humanidad jamás ha habido una legislación que haya sido grande y hermosa, todo el mundo lo sabe. O tienes un proyecto de ley grande y feo o pequeño y hermoso. Y esta última opción es el camino a seguir». 

Mientras el dueño de Tesla posteaba en X, Trump seguía hablando de Elon. «Ha cambiado un poco, y puedo entenderlo, pero él conocía cada aspecto del proyecto de ley. Lo sabía casi mejor que nadie y nunca tuvo ningún problema hasta justo después de irse. Pero si veis sus declaraciones, a las que podéis acceder fácilmente y están aún muy frescas, veréis que dijo sobre mí las cosas más hermosas».

El presidente aseguraba que jamás le había dicho nada malo personalmente, aunque ya intuía que Musk no iba a tardar nada en hacerlo. «Estoy muy decepcionado con él, porque lo he ayudado muchísimo», lamentó Trump.

Elon regresó a X para contradecir lo que había dicho el presidente estadounidense sobre su conocimiento del proyecto de ley: «Es falso, jamás me lo enseñaron, ni una sola vez, y lo aprobaron con tal nocturnidad y tan rápidamente que casi nadie en el Congreso pudo leérselo».

El dueño de Tesla siguió con sus críticas y, como afeándole a Trump que hubiera dicho lo mucho que lo había ayudado y minimizase su importancia en las elecciones, Musk se mostró como el verdadero salvador del presidente. «Sin mí, habría perdido las elecciones; los demócratas todavía controlarían la Cámara [de Representantes] y los republicanos estarían 51-49 en el Senado», expresó, y a continuación añadió: «¡Qué ingratitud!».

En ese momento, Musk ya estaba desatado, y redobló sus ataques, recordándole a Trump sus propias palabras. Para ello, escarbó en las redes sociales del actual inquilino de la Casa Blanca, remontándose a tuits del 2011, 2012 y 2013, varios años antes de que se postulase por primera vez a la presidencia estadounidense.

Las publicaciones antiguas de Trump criticaban el aumento del déficit y de la deuda, y pedían que ningún presidente pudiera ser reelegido si no dejaba equilibrado el presupuesto estatal. «¿Dónde está el hombre que escribió estas palabras? ¿Ha sido reemplazado por un doble?», preguntó retóricamente Musk tras rescatar los tuits.

A continuación, planteó una alternativa política. «¿Es la hora de un nuevo partido político que represente verdaderamente al 80 % de las personas en el centro?», preguntó en una encuesta, que ha conseguido hasta el momento casi 5 millones de votos con una victoria considerable de la respuesta afirmativa.

Tras terminar la conferencia de prensa, Trump se conectó a su propia red social, Truth, para contraatacar ante los ataques de Musk.

«Elon estaba "desgastándose", le pedí que se fuera, le quité su ayuda a los vehículos eléctricos, que obligaba a todos a comprar coches eléctricos que nadie más quería (¡algo que él sabía desde hace meses que iba a hacer!), y simplemente... ¡se volvió loco!», indicó el presidente.

El siguiente post amenazaba directamente los negocios de Elon Musk con el gobierno federal. «La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, millones y millones de dólares, es fulminar los contratos y subsidios que tiene Elon Musk. Siempre me sorprendió que Biden no lo hiciese», deslizó Trump.

Musk reaccionó instantáneamente a todas las declaraciones de Trump. Calificó primero la razón sobre su marcha que había dado el presidente como «una mentira evidente». «Es tan triste», lamentó.

Después, ya rompiendo todos los puentes con el presidente, se lanzó a la yugular. «Es el momento de soltar la verdadera gran bomba: Donald Trump sale en los archivos de Epstein. Es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos». Y pedía a sus seguidores que guardasen el post de cara al futuro. «La verdad saldrá a la luz».

Trump publicó su siguiente mensaje restándole importancia a los graves ataques de Musk. «No me preocupa que Elon se esté volviendo en mi contra, pero debería haberlo hecho hace meses», opinó el presidente estadounidense, aprovechando de nuevo para defender su proyecto de ley, al que calificó de uno de los mejores que se han presentado jamás en el Congreso. «Supone un récord en gastos, 1,6 billones de dólares, y el mayor recorte en impuestos jamás hecho. Si este proyecto no pasa, habrá un incremento en los impuestos del 68 %, y las cosas se pondrán incluso peores», explicó, y justificó la necesidad del plan en las políticas anteriores a él. «No he sido yo el que ha creado este lío. Solo estoy aquí para arreglarlo», aseguró.

En su siguiente publicación, Musk respondió a la amenaza del presidente sobre rescindir todos sus convenios con el Gobierno. «A la luz de las declaraciones del presidente sobre la cancelación de mis contratos con el Gobierno, Space X comenzará a desmantelar su nave espacial Dragon de inmediato», prometió.

El presidente de Tesla, siempre muy activo en redes, siguió erre que erre con sus ataques. Además de recompartir decenas de mensajes de apoyo a él, le dio la razón públicamente también a un tuit en el que un usuario pedía que sometieran a Trump a un impeachment y que fuera reemplazado como presidente por J. D. Vance.

Después, vaticinó que los aranceles del Gobierno causarían una recesión en la segunda mitad de este año.

Mientras, J. D. Vance le daba todo su apoyo incondicional. Y Steve Bannon, el defenestrado primer colaborador de Trump en su llegada a la Casa Blanca, pedía la rescisión de los contratos federales con Musk o hasta su deportación del país. «Bannon es un retrasado comunista», lo insultó Musk.

Poco después, a medida que avanzaba la noche, el dueño de Tesla pareció calmarse. Ante el comentario de un usuario anónimo, que calificó el rifirrafe entre ambos como «vergonzoso» y les pedía calmarse y dar un paso atrás durante los próximos días, Musk le dio la razón. «Buen consejo. Vale, no desmantelaremos Dragon», reculó Musk.

El tono conciliatorio de cara al presidente continuó en otros mensajes que les pedía a Trump y a Musk limar sus asperezas. «Somos mucho más fuertes juntos que separados», dijo en X Bill Ackman. A lo que Elon Musk contestó: «No te equivocas».