«Ligar hoy es más fácil que nunca, pero encontrar pareja es mucho más difícil»

Marta Otero Torres
marta otero REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La experta asegura que esperar a que una relación surja es poco efectivo

23 ene 2024 . Actualizado a las 17:37 h.

En la era de Tinder, parece que encontrar pareja estable es más difícil que nunca. Lo explica Verónica Alcanda, head-hunter sentimental, en su libro Por qué no encuentro pareja (Oberon). La clave, asegura, está en que tenemos «muchas conexiones, pero nunca profundizamos».

—¿Cómo le explicamos a la gente qué es eso de ser «head hunter» sentimental?

—Es un profesional con experiencia en recursos humanos, que lo que hace es identificar, filtrar y validar a las personas idóneas para los clientes que buscan pareja, con los o las que se acuerdan unos parámetros o características que se ponen en el contrato y que sus candidatos o candidatas futuras tienen que cumplir escrupulosamente.

—¿Eso no es un poco mecanizar la seducción?

—No. Yo mecanizo la búsqueda para que sea rigurosa, selectiva y acorde a lo que me pide el cliente. Utilizo el sistema para filtrar, pero, cuando el cliente tiene delante al candidato o candidata, aquí ya no hay método ninguno. Ahí sigue siendo la ley de la atracción, de la conquista y la seducción.

—¿Qué perfil es el de sus clientes?

—Suelen ser personas que están familiarizadas con los recursos humanos y los procesos de selección, altos ejecutivos que en su día fueron contratados por cazatalentos o empresarios que contratan profesionales. Es gente con nivel profesional y sociocultural muy elevado. Grandes directores generales, directores del Ibex 35, arquitectos, escritores..., pero siempre de un perfil elevado.

—¿Pero entonces es verdad que hoy en día ligar es más difícil?

—Hoy en día ligar es más fácil que nunca, conocer a alguien que no conocías y te gusta. Eso sí. Pero encontrar pareja es exponencialmente más difícil. Porque tenemos muchas conexiones, pero nunca profundizamos. La gente no pierde el tiempo en querer averiguar más sobre la persona que le gusta. Todo se basa en el físico y «aquí te pillo, aquí te mato».

—¿No ayuda tener recursos como Tinder a tener pareja?

—Lo que pasa es que ahora conoces a alguien en Tinder y te gusta, evidentemente, por las fotos, porque no tienes más datos. Pero luego lo vas conociendo y no te cuadra, y, como hay tantas opciones, la gente se ha vuelto tan exigente que descarta enseguida, y no son realistas. Y, cuanta más gente hay, más difícil es encontrar a alguien.

—¿Vamos hacia otra forma de relacionarnos?

—Las generaciones más jóvenes, cada día, se relacionan más detrás de una pantalla. Ya no hablamos con la gente. Vas a un bar y los chicos pueden estar juntos riéndose, las chicas igual, pero nadie interactúa. Cuando quieren conocer a alguien, tiran del móvil, no hablan con la de al lado. Los jóvenes son incapaces de interactuar y no saben seducir, no saben hablar a una chica, porque lo hacen con frases cortas, como WhatsApp, y pretenden ligar así. Perdemos las dotes sociales para interactuar entre nosotros por culpa de las redes.

—Pero siempre se ha dicho que la mejor pareja se encuentra cuando no se busca.

—No es verdad. Si te quedas en tu casa o en tu entorno esperando encontrar pareja, vas listo, porque la gente ya va por la vida con sus amigos y su teléfono, y no está en plan de relacionarse con los demás. Una persona que no tiene pareja y está esperando a que le llegue es muy complicado que lo logre.

—Y, después de una ruptura, ¿es mejor esperar?

—Después de una ruptura, aunque te sientas muy solo, no deberías buscar pareja, debes pasar primero el duelo. Hay que hacer los deberes antes, y luego ya te puedes lanzar al mercado como tú prefieras. Yo en el libro hablo de los métodos para encontrar pareja, de los tradicionales, de los obsoletos, los tecnológicos y el match-making, que es el mío. Cada uno debe encontrar el suyo.

—¿Y cuáles serían los obsoletos?

—Pues me van a criticar, pero me da igual. Son, por ejemplo, los anuncios por palabras, que fueron muy interesantes en su momento. Aunque parezca mentira, siguen existiendo en alguna revista local. Y, luego, hablo de la obsolescencia de las agencias matrimoniales, que cada día tienen menos clientes, porque la gente ahora busca en internet, y han tenido un varapalo con el tema de las redes sociales. A mí me llegan muchos clientes rebotados de agencias matrimoniales y decepcionados, porque les prometen que tienen perfiles para ellos, pero, en el momento de la verdad, solo les presentan a sus clientes. Y, si no tienen clientes con el perfil que piden, les presentan lo que tienen. Ahora muchas agencias se han cambiado la nomenclatura y se ponen match-makers, pero, ojo, que no solo hay que ponerse el nombre, hay que hacerlo.