El parón por las huelgas en Hollywood augura un otoño sin numerosas series

M. P. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

MIKE BLAKE | REUTERS

Actores y guionistas advierten de la «amenaza» de la Inteligencia Artificial

21 sep 2023 . Actualizado a las 11:56 h.

Tarde o temprano iban a llegar las consecuencias de las huelgas de Hollywood directamente al telespectador. Más allá de festivales de cine deslucidos sin la presencia de actores y actrices de renombre o galas pospuestas como la de los Emmy, por el momento, los seguidores de ficciones aún no sufrían los estragos de los dos parones que han dejado en el dique seco a la industria televisiva y cinematográfica más potente del mundo. Pero con el paso de los meses y la falta de acuerdos (realmente es que en estas semanas no se han sentado ni a negociar), ha hecho que muy pronto los fans de algunas de las series más famosas comiencen a notar su falta.

Un ejemplo de eso será Anatomía de Grey y Station 19, que en Estados Unidos emite ABC y que aquí suelen llegar unas semanas después de su estreno a través de la Disney+. Los fans deberán esperar para ver qué ocurre en los pasillos del hospital Grey Sloan y en la famosa estación de bomberos de Seattle, y el canal ha optado por suplir su hueco en la parrilla con programas como Bailando con las estrellas, o lo que allí llaman programas sin guion.

Algo similar ocurre con otras series que normalmente estrenaban sus nuevas temporadas con la llegada del otoño. Entre ellas están Hacks y The Last of Us, de HBO Max; Cobra Kai y Stranger Things, de Netflix, The Mandalorian o la segunda temporada de Andor en Disney+. También afectará a títulos tan conocidos como Padre de Familia o Los Simpson, entre otras.

La primera consecuencia será que las series no se estrenarán cómo habitualmente se venía haciendo, pero los directivos ya están barajando distintas opciones para cuando la industria recupere la actividad. Una de las opciones es hacer temporadas más cortas, lo que podría dejar con la mitad de capítulos los estrenos de algunas nuevas temporadas.

Tal y como está la situación todo apunta a que la cascada de estrenos que llegaba cada semana a las plataformas de streaming, que hacía a veces inabarcable los catálogos se verá mermada por la falta de producciones estadounidenses, y no se sabe si la paliarán con series de otros países.

Un largo conflicto enquistado

El pasado dos de mayo los guionistas comenzaron una huelga exigiendo a los estudios mejores condiciones de trabajo, regulación en la inteligencia artificial, pagos justos en los derechos residuales, entre otras peticiones. Semanas más tarde, los actores de la industria (SAG-AFTRA) se sumaron a una huelga conjunta por causas similares, siendo la primera en 60 años.

Las posturas de guionistas e intérpretes, que negocian por separado con la industria, aunque sus peticiones tiene muchos puntos en común, están aún muy alejadas y hay quien vaticina que el parón, que ya ha producido incalculables pérdidas millonarias, puede alargarse incluso hasta final de este año.

Entre los puntos que más fricciones han creado entre unos y otros están los cambios tecnológicos, con la irrupción de la Inteligencia Artificial en el sector. Los guionistas piden ingresos más altos por los contenidos que se entrena y que luego se distribuyen en diferentes cadenas de televisión. Tanto ellos como los actores piden que se aumenten los pagos por los derechos residuales, es decir por el número de reproducciones que series antiguas, como por ejemplo Friends o The Office, generan en las distintas plataformas de streaming, y que no se ha actualizado desde hace tiempo. Exigen que esté vinculado al número real de reproducciones acumuladas.

En el caso de la IA, los actores ven este avance tecnológico como una «amenaza existencial», demandan que un nuevo convenio colectivo especifique alguna cláusula en la que se les proteja ante la explotación de su identidad y talento «sin consentimiento ni retribución». Esta parte también afectaría a los actores de doblaje, algo que está de actualidad tras hacerse viral una aplicación que doblaba a otros idiomas cualquier diálogo.