«El esmalte es el mundo del color»

SOCIEDAD

Leonor Díaz, en el taller  en el que trabaja en su casa, en el barrio vigués del Poulo
Leonor Díaz, en el taller en el que trabaja en su casa, en el barrio vigués del Poulo M.MORALEJO

Leonor Díaz se mueve como pez en el agua por el océano del esmaltado desde hace casi 20 años. La viguesa se estrenó con taller y tienda a pie de calle en Santiago, pero ahora su ventana al mundo son las redes sociales.

15 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

No tardó mucho Leonor Díaz en darse cuenta de que le apasionaba el arte del esmaltado. A pesar de que estudió Traducción e Interpretación en la Universidad de Vigo, su ciudad de nacimiento, tras viajar a Paris, regresó a casa con la intención de formarse como joyera. Aprendió en la compostelana Escola de Arte e Superior de Deseño Mestre Mateo, hizo un curso monográfico anual de esmaltado, atraída por el brillo y los colores de este oficio que saca destellos al cristal molido: «El esmalte es el mundo color y del fuego, se funde a 900 grados y cuando sacas las piezas del horno, es una sorpresa, un proceso precioso, como espolvorear azúcar para hacer crema catalana», compara. En el 2005 montó su primera tienda taller en Santiago. «Teñía clarísimo el nombre de mi marca y de mi tienda: Como pez en el agua», cuenta sentada en una silla forrada de terciopelo rojo en la imponente biblioteca de la Escola de Artes e Oficios de Vigo (EMAO), donde precisamente este viernes, 17 de noviembre (19.00 horas), dará una charla contando cómo forjó su trayectoria, en este centro municipal de formación de artesanos y financiación pública que es una joya educativa en vías de extinción como quedan pocas.

Volviendo atrás, lo cierto es que Leonor, ya titulada y especializada en francés, comenzó a trabajar de traductora y administrativa en una empresa y se dio cuenta de que no quería pasarse la vida delante de un ordenador, sino crear piezas únicas y sentirse como alguno de los peces que navegan bajo su cuello, colgados de un collar de su autoría. La fórmula tienda taller fue un acierto que le permitió ir engarzando pedidos personalizados, que suma sin problema a las propuestas propias. Desde entonces, hace ya casi 20 años, atravesó episodios que la han hecho cambiar de sistema vital. La crisis económica o un embarazo gemelar son algunos de los «pequeños detalles» que menciona.

Aún en Santiago, en el 2017 empieza a dar cursos y a la vez pone en marcha una tienda online que, como reconoce «no funciona gran cosa, la gente prefiere venir, ver, tocar, probar...». Pero llega marzo del 2020 con la pandemia y se acaba todo eso. «Yo, al principio, pensando que iban a ser un par de semanas, estaba encantada en casa, pero el tiempo pasaba y ya era preocupante», admite. La artesana empieza a recibir pedidos por todas las vías de comunicación posibles (Instagram, Facebook, WhatsApp, teléfono, web..) y se alegra mucho de que aquel virus que lo barrió todo, la pillara con los deberes telemáticos hechos. «En este momento ya me planteé no volver a abrir la tienda física, seguir trabajando desde casa, disfrutar más de mis hijos, y mudarme a Vigo para estar más cerca del mar». Aún así no ha perdido el contacto con Santiago y sigue acudiendo periódicamente al taller de Brigantia Orfebres, donde tienen sus piezas, como en alguna tienda de Ferrol y Pontevedra. En Vigo, los pedidos que le llegan en su tienda virtual se pueden recoger en su taller y o en la tienda Le Marché de Rachel. Las ferias de artesanía le quitan más tiempo del que quisiera pero elige las que son más flexibles, como No Todo el Pescado Está Vendido.