La Comisaria Europea de Igualdad elogia la ley del «solo sí es sí»: «Si se implanta a nivel de toda la UE, mejor que mejor»

La Voz

SOCIEDAD

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, junto a la Comisaria Europea, Helena Dalli, en la reunión informal ministerial de Igualdad auspiciada por la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea que se celebra en Pamplona.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, junto a la Comisaria Europea, Helena Dalli, en la reunión informal ministerial de Igualdad auspiciada por la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea que se celebra en Pamplona. Iñaki Porto | EFE

La recién nombrada ministra, Ana Redondo, dice que la de Irene Montero es «una buena norma» que le dice a las mujeres «estáis a salvo»

24 nov 2023 . Actualizado a las 13:21 h.

En su primera rueda de prensa tras ser nombrada ministra de Igualdad, en el marco de la reunión informal ministerial de Igualdad auspiciada por la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea, Ana Redondo defendió este viernes que la ley del «solo sí es sí» es «una buena ley que pone el foco en el consentimiento y le dice a las mujeres 'estáis a salvo'», y justificó su modificación diciendo que la «técnica legislativa es a veces fastidiada». También elogió la norma la comisaria europea para la Igualdad, Helena Dalli, destacando que España está «a la avanzadilla» en este tipo de leyes y confiando en que el resto de países de la UE siga sus pasos: «Si [la ley del 'solo sí es sí'] se implanta a nivel de toda Europa, mejor que mejor».

Aseveró Redondo que la ley orgánica de garantía integral de la libertad sexual, impulsada por el equipo de Irene Montero, nació de la «ola de indignación feminista» ante la «terrible» violación grupal de los sanfermines del 2016. «Y eso afloró en una buena ley», sostuvo. «Protege a las mujeres y en ese sentido hay que implementarla y ser conscientes de que necesitamos recursos para que la protección sea lo más amplia y extensa», añadió.

Precisamente en la reunión de Pamplona se están produciendo conversaciones informales entre los distintos Estados miembros de la UE para lograr que se apruebe la primera directiva europea contra la violencia contra las mujeres, que establece que es violación toda penetración sin consentimiento.

El consentimiento es, según la comisaria europea para la Igualdad, Helena Dalli, el punto conflictivo que está dificultando las negociaciones de la directiva. «Algunos Estados miembros tienen legislación que exige prueba de que la mujer se ha resistido al asalto; nosotros creemos que no, que la única posibilidad de consentimiento es cuando la mujer dice explícitamente que sí, es la única forma en la que las mujeres de la UE van a estar protegidas contra la violencia», señaló Dalli.

Aunque está esperanzada de que se pueda llegar a un acuerdo, reconoció que no alcanzarlo sería «catastrófico» porque resulta crucial que se pueda ofrecer protección a todas las mujeres. «La directiva se encuentra en la fase final de la negociación, en los trílogos». «Todavía hay mucho por hacer, mucho trabajo por delante, pero España es una de nuestras aliadas y a mí me alegra muchísimo que haya países como España que estén haciendo avanzar esta legislación y trabajando para que llegue a ser legislación europea. (...) Tenemos que hacer más porque no todos los Estados miembros son como España», manifestó.

La comisaria europea aseguró que esta directiva cambiará la sociedad, pues concienciará de «lo horrendo que es este tipo de delito». «Sabemos que las mujeres y la infancia son víctimas de violación y estamos ante una realidad que lleva con nosotros desde la noche de los tiempos», dijo. En este sentido, destacó la importancia de impulsar una educación que sensibilice a niños y niñas de la realidad de las violencias machistas.

Nuevas formas de violencias machistas

Por su parte, Redondo denunció que cada vez surgen más formas de violencia contra las mujeres y alertó de que algunas son «difícilmente detectables», como la que se perpetra a través de las redes sociales e internet, la vicaria o la económica. En este sentido, consideró que el uso de la inteligencia artificial para violentar a las mujeres es «un reto enorme».