Los chats de los videojuegos son el sitio preferido de los pederastas para acosar a niños y adolescentes

La Voz VALENCIA / EFE

SOCIEDAD

tanawit sabprasan

Los especialistas reunidos en Valencia invitan a tomar medidas, como un sistema de autorización cada vez que el menor quiera instalar una aplicación

04 dic 2023 . Actualizado a las 17:48 h.

El acoso a niños y adolescentes por parte de pederastas en los chats de videojuegos está experimentando un «gran crecimiento», lo que hace necesario que la supervisión de los padres sobre lo que hacen los hijos en internet sea «absoluta».

Así se ha expuesto durante el primer Congreso Internacional sobre Derecho y Victimología, organizado por la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales de la Universidad Católica de Valencia (UCV), que se ha centrado en la situación de los menores en la sociedad digital, según la organización.

Entre los expertos que han participado figura el oficial Víctor Antón, de la Brigada Provincial de la Policía Judicial, quien forma parte del grupo de la Policía Nacional dedicado a investigar los delitos en internet que se comenten con los menores como víctimas y posee una larga trayectoria en esta área.

«Millones de niños y adolescentes juegan en línea e interactúan a través de las redes sociales», donde haciéndose pasar por alguien de su edad, una persona mayor —generalmente un hombre— habla con un menor al que «después engaña para tener cierto tipo de conversaciones o para que le envíe fotografías o vídeos», ha afirmado.

Cuando el pederasta obtiene algo que el menor no quiere que sea público, le extorsiona, de forma que a cambio de no sacar a la luz esas conversaciones, vídeos o fotos, el adulto exige al menor que le envíe más contenidos privados, suyos o de amigos suyos, por ejemplo.

«La víctima de este crimen puede acabar suicidándose, por lo que hablamos de un asunto realmente peligroso», ha aseverado Antón, quien ha remarcado la necesidad de enseñar a los menores desde muy pronto que nunca deben compartir fotos ni videos suyos o de otras personas en Internet.

Además, los perfiles de un menor en todas las redes sociales «deben ser siempre privados y las contraseñas deben ser muy fuertes, con doble factor de autenticación», y nunca debe aceptarse una solicitud de amistad de alguien que no conozca.

Este experto de la Policía Nacional de Valencia explica que los chavales no conocen personalmente a la mayoría de amistades en línea de sus hijos, simplemente ven una foto de perfil que les gusta o es alguien que juega al mismo videojuego, y con eso les basta para interaccionar.

En su opinión, la clave en la prevención de estos delitos la tienen los padres, cuya supervisión sobre lo que hace un hijo en Internet debe ser «absoluta», pero muchísimos «no saben lo que hacen sus hijos con el móvil, la tableta o el portátil. En muchas ocasiones, simplemente se los regalan o se los prestan sin más».

Antón insiste en que hay que mirar muy bien las configuraciones de la tecnología que se da a los menores, pues hay posibilidades de control parental, como por ejemplo que tengan que enviar una petición de permiso cada vez que quieren instalar una aplicación, o herramientas que detectan si se manda o recibe una foto de un desnudo y la detiene y avisa.

A su juicio, la IA tiene «un enorme potencial delictivo», pues puede crear fotografías y vídeos prácticamente reales o copiar y reproducir voces, «de manera que un pederasta podría engañar a un menor utilizando la voz de su padre, de su madre o de un amigo para conseguir casi cualquier cosa de él».

Por su parte, el criminólogo Adrián Jiménez ha afirmado que las víctimas más recurrentes de este acoso son chicas de entre 12 y 17 años que pasan bastante tiempo en internet, con perfiles públicos de redes sociales y que suben fotografías suyas de contenido personal, pues están más abiertas al contacto con desconocidos y no tienen tapujos a la hora de mostrar algunos contenidos.