Naomi Asensi gana «GH VIP 8» en una atípica final centrada en el romance entre Luitingo y Jessica Bueno: «Si sobro, me lo decís y me voy»

P. V. LA VOZ

SOCIEDAD

Naomi Asensi levantando el maletín de ganadora de «GH VIP 8»
Naomi Asensi levantando el maletín de ganadora de «GH VIP 8» MEDIASET

La valenciana, exparticipante en «La isla de las tentaciones», consigue alzarse con el maletín tras derrotar a un oponente que basó su concurso en sus relaciones amorosas

22 dic 2023 . Actualizado a las 17:43 h.

La valenciana Naomi Asensi, exparticipante en La Isla de las tentaciones, es la flamante ganadora de GH VIP 8 tras una gala final llena de nervios y tensión que resultó ser tan extraña y caótica como el resto de la edición. Tanto, que la propia ganadora del maletín de 70.600 euros, poco antes de conocer el resultado de las votaciones, llegó a abandonar su puesto al lado de la presentadora, Marta Flich, para sentarse con los ya expulsados, mientras decía: «Si sobro en mi propia final, me lo decís y me voy».

No era para menos, dado lo insólito de lo que estaba sucediendo. La gala final, normalmente un evento mágico, ilusionante y lleno de emoción, acabó con los dos últimos aspirantes al maletín, el cantante Luitingo y la propia Naomi, en un plató que terminó convertido en algo más parecido a uno de los debates de los domingos, con los dos aspirantes y los expulsados exponiendo los trapos sucios hasta el último momento.

El momento que llevó a la indignación de Naomi Asensi —y también de buena parte de la audiencia— tuvo como protagonistas a Luitingo y a la modelo Jessica Bueno, implicados en una de las carpetas —relación amorosa o amago de ella dentro de un reality— de la edición. Tras la llegada a plató de los aspirantes al premio, Marta Flich comenzó a desgranar el inicio del romance entre ambos a partir de un revelador vídeo en el que la expareja de Jota Peleteiro manifestaba, tras semanas de negación, que tenía sentimientos hacia el cantante andaluz. El programa, ávido de audiencia, buscaba, sin duda, dar pie a un momento en la búsqueda de titulares: inmortalizar el inicio de la relación entre ambos e, incluso, un posible beso de confirmación.

Tal era el interés de Mediaset en forzar ese momento que, llegado un momento, la presentadora le cedió su asiento en la mesa principal a Jessica Bueno para que esta pudiese hablar de cerca con Luitingo, desplazando también, de paso, a la otra contendiente al premio, Naomi Asensi. «Nos quedamos todos aquí dándoos intimidad», dijo Marta Flich dando a entender que quienes no fueran los dos «enamorados» sobraban.

La exconcursante de La isla de las tentaciones, viéndose cada vez más apartada en la gala, se sentó entonces en los sofás donde estaban los concursantes ya expulsados, manifestando en alto su indignación: «No, no, si sobro en mi propia final, me lo decís y me voy también», exclamó, encendiendo los aplausos del público del plató.

El programa sí tenía, después, reservado algún momento dedicado a la propia Naomi Asensi, aunque lo cierto es que el espacio dedicado a su oponente, y al interés amoroso de este, fueron, sin duda, desproporcionados.

E incluso los momentos dedicados a Naomi formaron parte de una especie de debate sobre su paso en el concurso en el que ella y Luitingo volvieron a chocar en varias ocasiones, hasta el punto de que, tras la enésima interrupción por parte del cantante, ella le espetó, en uno de los momentos más celebrados de la gala: «Es una pregunta para mí, no sé si te has enterado; la final es de los dos, no de ti y de “me encanta la Jessi”, también estoy yo aquí». Y nueva ovación por parte del público.

Naomi demostraba en directo, una vez más, una de las características que la aupó a ganar el concurso: su pasmosa capacidad de exponer, sin filtros y con naturalidad, todas sus opiniones dejando callados a sus adversarios.

El halo de ganadora de GH VIP 8 se iba vislumbrando sobre ella, especialmente tras un vídeo, íntimo, impropio de la concursante, en el que exteriorizaba sus sentimientos y lo que había supuesto el concurso para ella en uno de los momentos más duros de su vida. Una exhibición de emociones que contrastaba con la forzada relación amorosa entre su contrincante y la modelo Jessica Bueno.

Naomi Asensi, ganadora de «GH VIP 8», junto a la presentadora Marta Flich
Naomi Asensi, ganadora de «GH VIP 8», junto a la presentadora Marta Flich MEDIASET

El momento de la victoria

Luitingo y Naomi Asensi llegaron a la final tras haber sido eliminada, el día anterior, Laura Bozzo, una de las favoritas iniciales de la edición, y también Albert Infante el propio jueves. Los tres últimos finalistas eran, todos ellos, y por primera vez en un Gran Hermano, concursantes que no habían estado todos los días del concurso. Albert había pasado semanas fuera de la casa tras haber sido eliminado como consecuencia de una doble expulsión que el programa se había sacado de la manga, a pesar de que era uno de los favoritos, y después fue repescado; a Luitingo, primero, lo echó la audiencia y semanas después, tampoco consiguió el apoyo del público en la repesca, aunque Jessica Bueno logró volver a meterlo en la casa tras pagar 5.000 euros del premio final; y Naomi, la ganadora, había entrado varias semanas después del inicio del programa tras la salida voluntaria de varios concursantes.

Antes de conocer el resultado, el programa desveló los porcentajes de votos: la ganadora se iba a hacer con el premio con un 57 % de apoyos. La elegida era, anunciaba Marta Flich, Naomi Asensi, que celebró muy entusiasmada con sus compañeros la victoria. «Estoy flipando», dijo la concursante tras recibir el maletín de manos de Adara Molinero, anterior ganadora del programa. Y enseguida dio las gracias a todos los que la habían apoyado, aunque ella siempre se había sentido una secundaria dentro del programa. «Perdón por pensar a veces que no había nadie ahí entendiéndome, que sois un montón, necesitaba este impulso y os lo voy a agradecer toda la vida».

El team naranja al completo celebrando el premio de Naomi Asensi
El team naranja al completo celebrando el premio de Naomi Asensi MEDIASET

A continuación, invitaba a celebrar con ella a los componentes del extinto team naranja del que ella formó parte al entrar. Laura Bozzo, Carmen Alcayde, Albert Infante, Alex Caniggia y Pilar entonaron a coro, junto a la flamante ganadora, su lema de equipo. «¡Por el cariño de la gente team naranja hasta la muerte!», gritaron entre saltos de alegría.

Laura Bozzo pide perdón tras el numerito del día anterior

La salida del concurso de la presentadora Laura Bozzo el día anterior estuvo marcada por su polémica actitud al conocer que era la menos votada de los cuatro últimos finalistas. La peruana, conocida por su sentido del espectáculo, mudó instantáneamente su expresión habitual cuando Marta Flich le dijo que era ella la que no optaría a la gran final. Seria, se dirigió a la puerta de salida, y le pidió al programa que la dejasen salir para recoger sus cosas. La conductora de GH VIP 8 intentó calmarla, pero Bozzo le espetó: «No tengo nada que hablar contigo, Marta», amenazando incluso con no acudir al plató.

En efecto, acabó entrando de nuevo a la casa a recoger sus enseres, algo insólito. Y tuvo en todo momento una actitud de indignación que pagó con el programa, la audiencia y todo el país. «Uno no puede empezar a los 70, en un país extraño, donde te van a ver como una loca. No puedo. Esto es un sueño estúpido. Olvídense de todo lo que he dicho acá», dijo la peruana, que incluso le llegó a decir al Súper, la voz del programa «¡váyanse al carajo!» cuando le pedía que se despidiera de sus compañeros. «Vosotros ya tenéis a vuestros ganadores», murmuró casi dejando entrever una manipulación por parte del programa.

Su paso por el plató no fue mejor. Visiblemente enfurecida y seria, Bozzo volvió a hacerle un desplante al programa y a la propia cadena. «Yo antes de entrar tenía otra propuesta aquí en España con otra cadena, que no son ustedes», recalcó con inquina, «y que espero empezar en enero».

La presentadora famosa en toda Latinoamérica llegó a la gala final mucho más calmada, y pidió perdón por todo lo que había dicho el día anterior, escudándose en su personalidad y en sus cambios de humor para justificar las duras palabras hacia España y hacia la cadena. A pesar de eso, volvió a cargar contra la organización por seguir usando contenido sobre ella para rellenar el programa: «No voy a permitir que me sigan usando como el mono chistoso», dijo, antes de afirmar que todo lo que tuviera que decir lo expondría en exclusiva en Telemundo. Marta Flich se puso entonces todo lo seria que no se había puesto el día anterior: «Laura, estamos en la final de GH VIP 8. Irás a Telemundo y dirás lo que te dé la gana, por supuesto; pero te debes a este programa».