El Ministerio de Sanidad propondrá el lunes a las comunidades recuperar la mascarilla obligatoria en centros sanitarios

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Un hombre se quita la mascarilla al salir de un centro de salud en Valencia, donde desde este viernes vuelve a ser obligatorio el uso del cobrebocas.
Un hombre se quita la mascarilla al salir de un centro de salud en Valencia, donde desde este viernes vuelve a ser obligatorio el uso del cobrebocas. Eduardo Manzana | EUROPAPRESS

Sería algo transitorio, en línea con lo implantado en Cataluña, Valencia y Murcia

05 ene 2024 . Actualizado a las 17:20 h.

Ante el incremento de infecciones respiratorias, hasta tres comunidades han recuperado la mascarilla obligatoria en hospitales, centros de salud y residencias de mayores. Con 1.501 casos por cada cien mil habitantes— la segunda incidencia más alta de toda España, solo superada por Castilla-La Mancha—, la Generalitat Valenciana ha sido la primera en mover ficha. «Ante la ausencia de medidas por parte del ministerio, mi obligación es cuidar y velar por la salud de los cinco millones de valencianos», dijo el consejero de Sanidad, Marciano Gómez. El mismo camino siguió poco después el gobierno catalán, que confirmó la imposición a través de las redes sociales; a continuación, Murcia se sumó a la medida. «Queremos proteger a todos los pacientes y profesionales», argumentó el consejero de Salud, Juan José Pedreño. A primera hora de la mañana, el Ministerio de Sanidad había convocado para el lunes un consejo interterritorial de salud extraordinario con el fin de «unificar criterios» para el abordaje de la oleada de contagios. Su intención: proponer el uso obligatorio del cubreboca en centros sanitarios de toda España.

Tal y como explicó a los medios la ministra Mónica García, se trataría de una medida transitoria mientras dure la onda epidémica de la gripe A y de otros virus respiratorios, cuyo pico se prevé para la tercera semana de enero. Desde el ministerio se han mostrado dispuestos a «brindar el máximo apoyo» a las autonomías y a coordinar todo lo que esté en su mano, siempre desde el respeto. Cada comunidad posee «la competencia y la responsabilidad de implementar medidas adecuadas a sus circunstancias particulares», recordó la titular de Sanidad. «Ellas son las que están en primera línea y conocen mejor sus necesidades», recalcó.

Aragón, para sanitarios

Atendiendo a esta máxima, el Gobierno aragonés ha hecho obligatorio el uso de la mascarilla únicamente entre los profesionales que prestan atención directa en centros sanitarios y sociosanitarios. Castilla-La Mancha, con la incidencia más alta de todo el país —1.709 casos por cada cien mil habitantes—, adoptará las medidas que «marquen los expertos», mientras que Baleares y Madrid ya han descartado cualquier tipo de imposición. El resto de autonomías insisten en la recomendación. En Galicia, la Consellería de Sanidade lleva semanas instando a utilizar el protector en urgencias y en áreas de inmunodeprimidos, y hace unos días amplió la indicación a todos los servicios hospitalarios y a los centros de salud, dejando fuera, por ahora, las oficinas de farmacia.

La obligatoriedad de las mascarillas en zonas sanitarias ante el avance de los virus respiratorios cuenta con el aval de las sociedades de Medicina de Familia (SEMG) y de Urgencias y Emergencias (Semes), además del respaldo de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (Fadsp) y de la Organización Médica Colegial (OMC). Estas entidades sugieren incluso extender la medida al transporte público y a espacios sin ventilación adecuada, dada la efectividad demostrada durante la pandemia. Los médicos insisten en la importancia de vacunarse y llaman a la responsabilidad para no saturar la Atención Primaria. Según el último informe de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III, la incidencia roza ya los mil casos por cada cien mil habitantes. Galicia se mantiene por debajo de la media nacional, con 584 casos por cien mil habitantes.

En las aulas gallegas

La Consellería de Cultura, Educación, FP e Universidades se mostró ayer «a la orden» de las decisiones que pudiese adoptar, llegado el caso, el departamento de Sanidade para mitigar el impacto de la gripe y de otras infecciones respiratorias a partir de la vuelta a las clases este lunes, 8 de enero, tras el parón navideño. De momento, no hay decisión tomada para el ámbito escolar en específico y el conselleiro, Román Rodríguez, confía en que todo se limite a «una gripe fuerte» y que «no vaya a más», tampoco en las aulas.