La odisea de ocho gallegos para sortear el mal tiempo y ver el eclipse en Estados Unidos

SOCIEDAD

Imagen tomada esta tarde de la expedición española en la ciudad de Danville, en el estado de Arkansas
Imagen tomada esta tarde de la expedición española en la ciudad de Danville, en el estado de Arkansas

El grupo ha cambiado varias veces su destino para poder contemplar el fenómeno astronómico

08 abr 2024 . Actualizado a las 20:02 h.

Vivir un eclipse total de Sol supone una experiencia que pocas personas pueden contar. Dado que la probabilidad de observar cómo la Luna oculta a la estrella sin necesidad de moverse es mínima, no queda otra opción que viajar. Casi siempre hay que recorrer medio mundo. Se podría decir que reúne todas las características de un momento inolvidable que se contará a los nietos. Sin embargo, no existe otro evento cuyo desenlace y recuerdo dependa de una forma tan directa de la meteorología. Basta una sola nube de tipo bajo para convertir el sueño en pesadilla.

Fátima y siete compañeros de la Agrupación Astronómica Coruñesa Ío llegaron el pasado viernes a Dallas, en Texas (Estados Unidos). El plan era hacer algo de turismo durante el fin de semana y desplazarse el lunes a la ciudad de San Antonio para contemplar el eclipse que este lunes paraliza Norteamérica.

En un viaje de esta naturaleza el grupo está constantemente actualizando la previsión. «Los programas de televisión estuvieron volcados con el eclipse y estaban informando sobre el tiempo constantemente», explica. El sábado comprobaron que el pronóstico de nubes y lluvia aumentaba al sur de Texas. La primera decisión del equipo fue cambiar de estado y trasladarse a Arkansas. Sin embargo, el domingo por la tarde también vieron que un sistema tormentoso afectaría al sur de Arkansas en el momento del eclipse.

«Fue un momento muy tenso. Piensas en todo lo que has invertido y en la ilusión que te hace poder presenciarlo por primera vez. Tuvimos que volver a reunirnos y tomar una decisión, que solo podía ser acertada. Consultamos varios modelos meteorológicos y al final decidimos que lo mejor era volver a la carretera y seguir subiendo hasta hacia al noroeste de Arkansas», cuenta Fátima.

El destino final elegido por los gallegos ha sido la ciudad de Danville. Desde allí presenciarán el fenómeno astronómico con alguna nube que otra, aunque de tipo alto. «Este tipo de nubosidad no es un problema para ver el eclipse, aunque a nivel fotográfico puede que el resultado final no sea lo mismo», confiesa el astrofotógrafo Óscar Blanco.

Fátima, Óscar y el resto de los integrantes de la expedición gallega podrán disfrutar como cualquier norteamericano de un evento único que se produce por una increíble casualidad cósmica de que la Luna es 400 veces más pequeña que el Sol, pero el satélite está 400 veces más cerca. Millones personas de México, Estados Unidos y Canadá tendrán la oportunidad de ver cómo, de repente, se hace de noche, la temperatura se desploma y los animales se excitan.